El puerto de Candás ha sido durante toda su historia un punto de entrada y salida de barcos en busca del preciado tesoro que tiene el mar. Desde el bonito para las más de 80 industrias conserveras y de salazones que estuvieron asentadas en la capital del Concejo de Carreño, pasando por la xarda, el bocarte y la parrocha, hasta llegar al pasado más lejano en el que Candás fue uno de los puertos balleneros más importantes del norte de España.

En el mes de marzo de 1232 se constata la primera cita documental sobre la “caza de la ballena en Asturias”. Se cita al puerto de “Entrelusa” (pequeña cala situada en la costa de Carreño, al abrigo del islote de Entrellusa, en la zona que actualmente ocupa la ciudad residencial de Perlora)

Candás fue uno de los principales puertos balleneros del norte de la península, lo que dio un impulso muy importante a la industria conservera. A finales del siglo XIX en Candás había bodegas de salazones , fábricas de escabeche, y numerosas fábricas de conservas. Cabe recordar, entre otras: La Invencible, la de Bernardo Alfageme, La Flor, la de Mardomingo, El Arca de Noé, La Estrella, la de la Familia Ortiz o las Conservas Perán, entre otras.

EL CRISTO DE CANDAS Y LOS BALLENEROS

Cuenta la leyenda que en el siglo XVI, estando faenando por aguas de las costas de Irlanda, un barco ballenero de Candas, junto con otras naves vascas, los marineros observan incrédulos como sobre las agitadas aguas, aparece una cruz con la imagen de Cristo Resucitado. La suben a uno de los barcos y escoltado por el resto de las embarcaciones que en ese momento faenaban en la zona, ponen rumbo a Candás precedidas por una nave más ligera, que se adelanta para dar aviso a los vecinos de la villa, reuniéndose estos en la ribera o puerto candasín.

El Santísimo Cristo fue llevado primeramente al Hospital de Peregrinos de Santiago, que estaba ubicado en una zona anexa a la actual iglesia de San Félix.

Finalmente el Santo Cristo es depositado en el “Camarín” de la iglesia al que se subía por una escalera de caracol de piedra.

La imagen del Santísimo Cristo de Candás es la segunda figura religiosa más visitada y venerada en Asturias, por detrás de la Virgen de Covadonga