Un niño de 10 años ha sido el encargado de alertar al 112 de un accidente de tráfico sufrido en la madrugada del viernes al sábado en el Alto del Infanzón, en Gijón. En el vehículo viajaban el pequeño, su madre (que conducía el coche) y un tercer acompañante. Ninguno de los tres sufrió heridas de consideración.

La Policía investiga el suceso y podría imputar a la madre, de 41 años, un delito contra la Seguridad Vial; porque según informa La Nueva España, el siniestro pudo deberse al consumo de alcohol y drogas por parte de la conductora. De hecho, según este mismo diario, las sustancias estupefacientes podrían ser también las causantes de que, tanto ella como el otro adulto que viajaba en el vehículo, fuesen incapaces de ponerse en contacto con el servicio de emergencias.

El niño llamó al 112, pero no pudo acotar el lugar donde se encontraban, con el coche en una cuneta, atrapado en una zona de eucaliptos. Por ello, fue necesario movilizar a una treintena de efectivos (entre Bomberos de Asturias, Guardia Civil, Protección Civil de Villaviciosa y tres ambulancias). Cuando el operativo dio con los accidentados, estaban ya con unos amigos que les habían auxiliado.