Un ganadero de Asturias estalla: la gripe aviar le obliga a encerrar a sus gallinas y el lobo mata a sus animales

Daniel Suárez, un vecino de Caces, denuncia en COPE Asturias la asfixia del campo, atrapado entre las restricciones sanitarias y la inacción ante los ataques del lobo

Inmaculada Rivas

Oviedo - Publicado el - Actualizado

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El Ministerio de Agricultura ha ordenado el confinamiento de todas las aves de corral en toda España para frenar la propagación de la gripe aviar. La medida, que busca evitar el contacto con aves silvestres transmisoras de la enfermedad, se ha extendido a todo el Principado de Asturias, afectando no solo a grandes granjas, sino también a explotaciones ecológicas y a pequeños propietarios con gallinas para autoconsumo.

Este es el caso de Daniel Suárez, un vecino de Caces (Oviedo) que posee unas 25 gallinas para consumo doméstico. En una entrevista en COPE Asturias, ha calificado la nueva normativa como "absurda”, y ha asegurado que ese tipo de decisiones solo consiguen que “la gente del campo vaya poco a poco dejándolo todo” y que al final “solo las grandes explotaciones puedan tener animales”.

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Una gallina en un corral

La amenaza del lobo, el otro gran frente

Por si fuera poco, Suárez no solo se enfrenta a las restricciones por la gripe aviar, sino también a los continuos ataques del lobo. Según ha relatado, van cinco ataques en la zona de Caces en las últimas fechas. El último le costó la vida a una burra de su propiedad. “Cada semana están matando un animal”, ha lamentado, mostrando su escepticismo sobre las cifras oficiales del Principado que confirman que han sido abatidos 11 lobos batidos desde abril. El programa de actuaciones, que se extenderá hasta el 31 de marzo de 2026, autoriza la extracción de 53 ejemplares.

No se puede hacer leyes desde un despacho"

Daniel Suárez

Ganadero de Caces, Oviedo

La frustración de este ganadero se dirige directamente a la clase política. “No se puede hacer leyes desde un despacho”, ha sentenciado con rotundidad, criticando que quienes legislan no conocen la realidad del campo. “Al final tenemos políticos de despacho que no se dignan a venir por el campo a ver los problemas”, ha añadido.

EFE

Lobo ibérico

Un futuro incierto en el campo

Daniel Suárez, de 44 años, se plantea su continuidad. Aunque la ganadería es para él una afición familiar y no su principal medio de vida, la situación actual le empuja a abandonar. “Como esto sigua así, venderé todos los animales y me dedicaré a otra cosa”, ha confesado, harto de ver a sus animales muertos y de recibir indemnizaciones que “no cubren ni la mitad” de su valor.

Venderé todos los animales y me dedicaré a otra cosa"

Daniel Suárez

Ganadero de Caces, Oviedo

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