Historia de la sidra a través de las etiquetas
El Ateneo de la Calzada (Gijón) acoge del 11 al 28 de marzo la exposición "El papel de la sidra"

Raúl Moro: presidente de "Sidrastur" habla de la exposición "El papel de la sidra"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las primeras botellas de sidra que se etiquetaron fueron las de sidra champanada. La exportación del producto obligaba a una serie de trámites y requisitos entre los que figuraba la de indicar en su etiqueta la graduación y el número de registro. En la exposición "El papel de la sidra" se van a poder ver etiquetas de 1890 y la evolución que ha tenido el texto y la información que contenían. Raúl Moro, presidente del grupo "Sidrastur" nos recuerda algunos aspectos de esa evolución de la etiqueta de sidra champanada. "Algunas no ponían el registro de embotellado ni la graduación alcohólica". En las etiquetas de sidra se recuerda la historia del llagar, su dirección y la evolución de la graduación alcohólica, en el caso de la sidra natural "no tenían el mismo grado de alcohol una pipa, que otra de sidra, y eso había que reflejarlo en la etiqueta". En el caso de la sidra natural, el etiquetado es más reciente, en la exposición podemos disfrutar de las primeras etiquetas de Sidra Fugitivo "el llagar del Fugitivo fue el primero que etiquetó las botellas de sidra porque exportaba para los emigrantes asturianos que estaban en Bélgica".
El grupo de coleccionismo sidrero "Sidrastur
La exposición "El papel de la sidra" está organizada por el grupo "Sidrastur"; un colectivo de aficionados a la sidra que se declaran amantes de la historia del néctar asturiano y firmes defensores de la aportación cultural que tiene la sidra a la historia de Asturias. "Hacemos un seguimiento total del producto: desde la pomarada, donde se recoge la manzana. Pasando por el llagar, donde se trabaja el néctar entre pipas y toneles. Y llegando a las sidrerías donde es un elemento de unión entre los asturianos, motivo de tertulia y una tradición social que viene de tiempos históricos". El presidente de "Sidrastur" es un férreo defensor de la sidra y por ello el grupo de coleccionistas sidreros "Sidrastur" colabora con la candidatura de la sidra como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.