El Oviedo se despide de la Copa con la cabeza alta

El Real Oviedo dio la cara. Y de buena manera. Los azules compitieron de tú a tú con uno de los mejores equipos del mundo como es el Atlético de Madrid, que impuso su calidad individual y su solidez para lograr el pase a octavos y apear al conjunto azul. Cervera dibujó un once con mezcla de titulares y jugadores menos habituales y el rendimiento colectivo e individual fue alto. El Tartiere presentó una gran entrada con 27.303 espectadores y el ambiente fue el de las grandes ocasiones.

El Oviedo salió espoleado. Los primeros minutos fueron de intensidad azul, con varios acercamientos, sobre todo con Viti imprimiendo electricidad y con Obeng desacertado en el remate. Después del aluvión, el Atleti tuvo un par de chispazos. Morata busco el palo largo pero se le fue fuera y Llorente hizo trabajar a Tomeu.

A partir del minuto diez, el ritmo bajó y el Atleti cogió el peso del partido, algo que se le presuponía en el guion previo. Carrasco y Llorente dispararon tímidamente, mientras el Oviedo se sacudía con chispazos de Bretones y Viti, que ganaba su banda y sacaba buenos centros que Obeng no conseguía conectar a portería. También el balón parado daba alternativas al Oviedo. Después de una falta lateral, Tarín conectó un disparo en un balón muerto que se marchó desviado.

Y cuando el partido estaba igualado y con alternativas, un chispazo acabó en la portería azul. Griezmann mandó al área azul un balón de calidad de primeras y Llorente en semifallo consiguió batir a Tomeu.

El Atleti se acomodó y Morata tuvo un par de disparos y centros que generaron peligro. En los últimos minutos de la primera parte el Oviedo volvió a ser superior y acabó en el área rival. Viti tuvo una clara, después de una incursión por banda derecha pero su disparo flojo lo detuvo Oblak.

El partido no estaba en mal punto para el Oviedo y Cervera dio entrada a Bastón. Y nada más entrar buscó la portería rival con un disparo desde la frontal que se fue desviado. En la segunda mitad el Atleti se replegó, consciente de que su guion se estaba cumpliendo. El Oviedo pasó a tener el mando del partido, y a pesar de que le daba ritmo y llegaba a tres cuartos, no conseguía desactivar la defensa colchonera. El Oviedo fue poco a poco apretando más, empujado con el Tartiere. El equipo azul estaba vivo, tenía el mando y rondaba constantemente el área de Oblak. Los azules se volcaron y empezaron a dejar espacios que el Atleti aprovechó.

Después de una buena combinación al primer toque entre Griezmann y Correa, habilitaron al joven Pablo Barrios, que había dejado varios chispazos y sentenció el partido con un disparo de zurda. Desde ahí hasta el final, quedó tiempo para que el Tartiere disfrutase de un ambiente y de un rival de Primera. Pese a la derrota y pese a la eliminación, la línea azul sigue siendo ascendente y deja la sensación de que el partido refuerza el buen momento carbayón.