El Real Oviedo vuelve a las andadas. La primera parte en la derrota contra el Alcorcón (1-2) mostró la peor cara de un equipo que depende del Albacete para acabar la jornada fuera del descenso. Hasta el descanso, el equipo de Rozada mostró una deriva preocupante ante un rival muy superior en el Tartiere.

En la segunda mitad, el Oviedo reaccionó, empujó para acercarse al empate, pero el lastre ya fue insalvable. En una jornada marcada como clave para la remontada azul, el Alcorcón enseñó la cruda realidad a los asturianos, que fracasaron en una cita relevante y ven alejarse a rivales directos.

En las últimas semanas, el equipo de Rozada se ha agarrado más a las sensaciones y al mercado de invierno que a los resultados. Con solo dos victorias en las últimas diez jornadas, el futuro del entrenador genera dudas. Los dirigentes azules, con la preocupación en aumento, analizan la situación del banquillo a la espera de la visita del próximo domingo al campo del Lugo.