La situación de Brahim Gali, líder del Frente Polisario, en España ha avivado el conflicto entre las relaciones del gobierno de Marruecos y el ejecutivo de Pedro Sánchez. El enfado del gobierno marroquí por la llegada a España de Gali está directamente relacionado con la crisis originada en Ceuta tras la llegada de más de 8.000 inmigrantes.

El conflicto por Gali comenzó el pasado 18 de abril cuando el líder del Frente Polisario aterrizó en la ciudad de Zaragoza. Llegó al aeropuerto de la capital aragonesa en un avión medicalizado procedente de Argel. Aterrizó en Zaragoza, pero en el mismo aeropuerto ya le esperaba una ambulancia del Servicio Riojano de Salud para ser trasladado a Logroño. Gali viajó de Zaragoza a Logroño en ambulancia recorriendo la AP-68. Una vez en tierra riojanas, Gali de 72 años de edad y gravemente afectado por COVID, ingresó en la UCI y permanece hospitalizado desde hace un mes.

En un primer momento no se conoció oficialmente la identidad de Gali, ya que fue registrado con un nombre falso, pero pocos días después la noticia saltó a través del medio 'Jeune Afrique'. Ahí, se desató el conflicto que ha llevado a la embajadora de Marruecos a aseverar en las últimas horas que "hay actos que tienen consecuencias". Por su parte, el ministro de asuntos exteriores marroquí también ha acusado a España de "maniobrar por la espalda".

Pero, ¿por qué tanta alarma en Marruecos por el hecho de que España acoja a Gali? El jefe del Frente Polisario es además, presidente en el exilio de la República Árabe Saharaui Democrática no reconocida por el gobierno marroqui que, recordamos, ocupa el Sáhara desde 1976. En Marruecos es considerado "enemigo público". El acuerdo entre Argel y Madrid para acoger a Gali salió a la luz y la ministra de asuntos exteriores no tuvo más remedio que acabar reconociéndolo por "razones humanitarias". Todo ello ha provocado que la colaboración de Marruecos en el control migratorio hacia España haya saltado por los aires provocando la actual crisis de Ceuta.

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