Supervisar desde el aire actos multitudinarios, controlar posibles aglomeraciones, buscar a personas desaparecidas o localizar plantaciones de marihuana, son algunas de las utilidades que ofrece a la Policía Nacional la utilización de los drones. Un sistema de refuerzo de la seguridad pública desde el aire, que supera incluso las prestaciones que ofrece un helicóptero. Estos drones llegan a volar a una altura de 120 metros del suelo y pueden pasar de 0 a 170 kilómetros por hora en menos de 2 segundos. La plantilla de la Policía Nacional en Aragón cuenta con un dron fijo con su especialista correspondiente.

La nueva Unidad de Seguridad y Protección Aérea de la Policía Nacional creada este año, dispone además de un dispositivo antidrón que se utilizó esta Semana del Pilar en Zaragoza formado por cinco drones y un sistema para localizar, desactivar vuelos no autorizados y sacarlos de zonas restringidas. Hay que recordar que no se puede volar un dron sin autorización para ello.

El mundo de los drones ha evolucionado tanto en los últimos años, que las imágenes que veíamos en las películas de ciencia ficción hace unas décadas, ya son realidad. La Policía Nacional ha comenzado a hacer pruebas con aeronaves pilotadas a distancia. Se trata de una especie de dron con pasajeros desarrollado por un empresa china. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea está formando a un número de policías para que aprenden a pilotar este tipo de drones que empezarán a volar con pasajeros en Oriente Próximo y en Latinoamérica en 2023. La Policía Nacional ya está realizando pruebas con la aeronave china en el centro policial de Ávila, en Valencia y Málaga, ensayos que de momento se están realizando sin viajeros.

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