Proyecto Hombre atendió el año pasado a 1.231 personas en Zaragoza con algún tipo de adicción. Aumentan las atenciones un 10%, efecto también del fin de confinamiento, y lo hacen también las mujeres que solicitan ayuda al Centro de Solidaridad de Zaragoza, que gestiona Proyecto Hombre.

La media de edad de las personas atendidas ronda los 40 años, y la adicción al alcohol y a la cocaína son los principales motivos de atención. Entre la población joven (115 atendidos), son el alcohol y el cannabis. La permanencia en el proyecto ronda los 7 meses. Según explica el director de la fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza, Jesús Sánchez, alrededor de un 30-40% consigue superar la adicción, aunque esa rehabilitación siempre es relativa. Hay que estar siempre alerta y dispuesto a pedir ayuda aunque no recaigan en el consumo.

“A un 40% de las personas que han pasado por nuestra fundación le ha servido para afrontar su vida de una manera adecuada. Pero lo que es cierto, y científicamente comprobado, es que una persona con una patología adictiva o es capaz de solicitar ayuda profesional para afrontarla o va a seguir arrastrándola durante toda su vida”, ha explicado Jesús Sánchez.

Proyecto Hombre cuenta con una comunidad terapéutica en Miralbueno y dos UASAS, de atención ambulatoria, en Valdefierro y Manuela Sancho. Prestan un servicio considerado como esencial para la Sanidad Aragonesa. Pero dicen que los recursos públicos son escasos y, aunque reciben ayudas de otras entidades, no cubren gastos. Mientras tanto las peticiones de ayuda aumentan.

“Estamos con una carga de trabajo inmensa. La comunidad terapéutica, de 45 plazas, está llena y con lista de espera. Y las unidades asistenciales con una atención diaria tremenda e intentando no citar a la gente cada tres meses, porque eso no es un tratamiento efectivo para afrontar una adicción”, ha indicado.

La fundación se constituyó hace 37 años, de la mano de la archidiócesis de Zaragoza, y en la actualidad está integrada pro Cáritas, Grupo San Valero y Hermanas de la Caridad.

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