Las trufas siempre se han asociado con el invierno pero, ¿sabías que también existe la trufa de verano?. Es uno de los cultivos en los que trabajan desde 'Cultivos Forestales y Micológicos´, una empresa ubicada en la pequeña localidad turolense de Torre de las Arcas.

"La mayoría de la gente que conoce la trufa siempre la encaja en la época de invierno. Es una producción que viene de un hongo y la cosecha es en invierno, lo que limita su consumo. Pero además de la trufa negra, existen otras como la de verano que de forma natural crece en nuestros montes y puede tener un potencial interesante. Se recoge en verano y como principales diferencias esta trufa de verano es menos aromática y su aspecto es más claro en cuanto a su color. A pesar de ello, no deja de ser una trufa interesante" nos cuenta Antonio Vilanova, ingeniero de montes de 'Cultivos Forestales y Micológicos´.

Lo que más se valora de la trufa es el aroma pero sobre todo es un producto culinario gourmet por ello, Vilanova considera que "hay que preservar su nombre haciendo productos de calidad y lo más naturales posibles. Tiene muy buen nombre a nivel mundial. En España y Aragón somos pioneros en la producción de trufa".

'Cultivos Forestales y Micologicos´ es una empresa especializada en truficultura y realizan su labor desde un pequeño pueblo de las Cuencas Mineras turoleneses: Torre de las Arcas. Allí solo hay censadas 28 personas. Un ejemplo de emprendimiento para luchar contra la despoblación: "Se impulsó en este municipio gracias al emprendedor de este vivero, Mariano Casas, que es natural de este pueblo. Torre de las Arcas está en el corazón de las sierras de Teruel. Es un pueblo enclavado en un valle, bastante bonito, en el Sistema Ibérico y es interesante porque nos enorgullece trabajar en estas tierras y generar actividad econónomica en esta zona despoblada".