Cuando la conciencia pesa más que una mochila llena de basura
Vecinos y montañeros del Valle de Tena se unen en la plataforma 'Tena Limpio' para recuperar la esencia del Pirineo, limpiando sus senderos y educando en el respeto a la naturaleza

Jesús Paricio, portavoz de la plataforma Tena Limpio
Jaca - Publicado el - Actualizado
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El Valle de Tena, uno de los enclaves más espectaculares del Pirineo aragonés, sufre las consecuencias del turismo masivo y la falta de conciencia ambiental. Para hacerle frente, ha nacido una iniciativa ciudadana que está removiendo conciencias (y toneladas de basura): Tena Limpio, una plataforma formada por vecinos y montañeros que se han propuesto limpiar el monte y recuperar su esencia. En las tres salidas que han realizado, han recogido hasta 150 kilos de basura.
Basura en la montaña: el otro lado del turismo
La imagen que ofrecen algunos de los paisajes más populares del Pirineo dista mucho de la postal idílica que venden las redes sociales. Jesús Paricio, portavoz de la plataforma, describe un panorama alarmante: latas, bolsas, plásticos, colillas, excrementos embolsados, incluso objetos metálicos y restos de equipamiento abandonado. Y lo más preocupante es que muchos de estos residuos no son visibles a simple vista. Están ocultos, pero están ahí.
“Muchas veces no están en el camino principal, sino un poco más allá. Basta con dar unos pasos fuera del sendero y mirar detrás de una roca o un arbusto. Hay mucha más basura de la que parece.”

Una de las rutas en las que Tena Vivo ha realizado trabajos de limpieza
Incivismo o ignorancia: ¿por qué no cuidamos el entorno?
En pleno siglo XXI, la plataforma no acepta excusas. La información está disponible, las consecuencias son conocidas y, aun así, mucha gente sigue dejando su huella… pero de la peor manera.
“Cada vez viene más gente que no son montañeros, ni están concienciados. Solo vienen a hacerse la foto bonita, a posturear, y van dejando el desastre detrás.”
Las consecuencias van mucho más allá de lo estético
Más allá de lo que afea el paisaje, los residuos generan daños reales y profundos en el ecosistema. Uno de los ejemplos más alarmantes lo ha detectado el colectivo en el embalse de Lanuza, donde encontraron altos niveles de microplásticos. Esos microplásticos terminan en el río, en el mar, los peces se los comen... y acaban de nuevo en nuestro plato. Es un ciclo tóxico.” Además, alerta sobre el impacto invisible que generan conductas aparentemente inocentes, como bañarse en un ibón. “Los ibones son ecosistemas muy delicados. Al entrar con cremas o desodorantes, o simplemente al pisar la orilla, estás alterando el equilibrio natural. Y mucha gente ni lo sabe.”
¿Vigilar o educar?
¿Hacen falta más controles? ¿Guardas vigilando las rutas de montaña? Paricio lo tiene claro: no es una cuestión de vigilancia, sino de responsabilidad individual.
“Ya somos mayorcitos. No podemos poner a alguien detrás de cada persona. Esto va de educación y de ser conscientes de nuestros actos.”
el ejemplo arrastra: así es una jornada de limpieza con Tena Limpio
La buena noticia es que cada vez más personas se están sumando a esta causa. En las últimas jornadas han participado desde niños de 13 años hasta adultos de 70. La plataforma facilita todo el material necesario: bolsas, pinzas, guantes, mascarillas... incluso fruta fresca.
“Solo tienes que apuntarte. Nosotros te damos todo. Y además, antes de cada salida hay una pequeña charla para explicar el impacto de los residuos.”
Próxima salida: domingo 10 de agosto
La próxima jornada organizada por Tena Limpio será el domingo 10 de agosto a las 9:30 h, con dos rutas paralelas: Ibones de Anayet (desde Corral de las Mulas) y Biescas – Orós Bajo – Lárrede.
Los interesados pueden inscribirse enviando un correo a: tena.limpio@gmail.com