La salud mental juvenil en Huesca, al límite: SOS Adolescentes se ve obligado a cerrar su agenda

El Centro de Solidaridad Interdiocesano alerta de la creciente demanda de atención emocional y la falta de medios para cubrir las necesidades de los jóvenes

Yolanda Sarsa

Huesca - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

La atención a la salud mental de los adolescentes en Huesca atraviesa un momento complicado. La demanda de acompañamiento emocional entre los más jóvenes no ha parado de aumentar en los últimos años, una situación que ha puesto contra las cuerdas a los servicios especializados, cuyos recursos no crecen al mismo ritmo. Ante este panorama, el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca (CSIH) ha lanzado un llamamiento en busca de más apoyo para poder sostener sus proyectos, especialmente la iniciativa SOS Adolescentes, que se ha convertido en un pilar fundamental para la juventud oscense y que, sin embargo, se encuentra actualmente desbordado.

Un servicio desbordado por la demanda

El proyecto SOS Adolescentes nació en 2022 como una respuesta directa al incremento de problemas de salud mental y casos de ideación suicida en este sector de la población. Desde su puesta en marcha, el servicio se ha consolidado como un referente en la prevención del suicidio juvenil en Huesca y parte de la provincia, ofreciendo un espacio seguro y especializado. Sin embargo, el éxito y la necesidad del programa han llevado a una situación complicada, ya que la demanda supera con creces la capacidad de atención debido a la falta de recursos humanos y económicos. Por sus instalaciones han pasado más de 400 personas desde su inauguración, y a día de hoy, 158 jóvenes se encuentran recibiendo un acompañamiento activo.

Las cifras del último año reflejan esta tensión. Aunque el equipo ha conseguido tramitar 86 altas terapéuticas, el número de nuevas incorporaciones ha sido de 119 personas, un desequilibrio que evidencia la presión asistencial. Óscar Nadal, uno de los psicólogos del proyecto, confirma la difícil situación: "Nos hemos visto obligados a cerrar agenda porque cada persona necesita su tiempo y eso provoca que se vayan acumulando varias personas año tras año, además de aquellas que acuden por primera vez". Esta medida, aunque necesaria para garantizar la calidad de la terapia, deja en lista de espera a jóvenes que necesitan ayuda de manera urgente.

Las causas del malestar juvenil

Durante este año se han realizado un total de 1.167 intervenciones, una cifra que da cuenta del volumen de trabajo que asume el equipo. Los motivos que llevan a los jóvenes a buscar ayuda son variados y complejos, abarcando un amplio espectro de dificultades emocionales y sociales. Entre las causas de consulta más frecuentes se encuentran el malestar emocional generalizado, la ideación suicida, las autolesiones, los trastornos de ansiedad, las dificultades en las relaciones familiares y sociales, el acoso escolar, los problemas de comunicación y una baja autoestima persistente. Cada uno de estos problemas requiere un abordaje sensible y profesional que consume tiempo y recursos.

Para muchos adolescentes, encontrar un espacio seguro donde hablar y ser escuchados puede convertirse en un punto de inflexión"

Óscar Nadal

Psicólogo del Centro Interdiocesano de Solidaridad

El propio Nadal subraya la importancia de este tipo de recursos en una etapa tan vulnerable como la adolescencia. Según explica el psicólogo, "para muchos adolescentes, encontrar un espacio seguro donde hablar y ser escuchados puede convertirse en un punto de inflexión". La existencia de un lugar como SOS Adolescentes no solo previene situaciones de riesgo, sino que también ofrece herramientas a los jóvenes para construir un futuro emocionalmente más estable y saludable, fortaleciendo su capacidad para afrontar las adversidades y mejorando su bienestar general.

Un llamamiento a la solidaridad

El sostenimiento de SOS Adolescentes depende de un delicado equilibrio entre la financiación pública y privada, así como del apoyo crucial de socios y donantes particulares. El compromiso del equipo humano del Centro de Solidaridad Interdiocesano es total, pero no es suficiente para hacer frente a la avalancha de peticiones de ayuda. Noel Torrijos, otro de los psicólogos del proyecto, expresa la impotencia que siente el equipo: "Desearíamos poder acompañar a más jóvenes. Garantizar la estabilidad del recurso es clave para seguir ofreciendo acompañamiento psicológico de calidad a una población especialmente vulnerable".

Resulta frustrante no poder atender a alguien cuando solicita ayuda"

Noel Torrijos

Psicólogo del Centro Interdiocesano de Huesca

La frustración es un sentimiento compartido entre los profesionales, que se ven obligados a gestionar la impotencia de no poder dar una respuesta inmediata a todas las familias que llaman a su puerta. "Con los recursos de los que disponemos ahora, no podemos llegar a más y resulta frustrante no poder atender a alguien cuando solicita ayuda", lamenta Torrijos. Por este motivo, y coincidiendo con las fechas navideñas, el CSIH ha intensificado su llamamiento a la colaboración ciudadana, animando a la sociedad a realizar donativos o a convertirse en personas socias para asegurar la continuidad de este servicio vital.

Cabe destacar que la labor de SOS Adolescentes se enmarca dentro del trabajo más amplio que realiza el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca. La organización también se dedica a la atención a personas con problemas de adicciones, tanto de sustancias como comportamentales, y desarrolla importantes programas de prevención dirigidos a centros escolares y a la población en general, consolidando su papel como una entidad clave en el tejido social y sanitario de la región.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.