Las personas sin hogar claman por un techo en Huesca: "Solo quiero una cama que no se moje cuando llueve"

Con motivo del Día de las Personas sin Hogar, varios afectados visibilizan en Huesca la creciente exclusión residencial y comparten sus anhelos para el futuro

Yolanda Sarsa

Huesca - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La Plaza de Navarra de Huesca ha sido este jueves el escenario de un acto simbólico para conmemorar el Día de las Personas sin Hogar, que se celebra el 26 de octubre. Bajo el lema de la campaña 'Sin hogar, pero con sueños', varias personas han dado a conocer sus testimonios y anhelos, en una iniciativa que se ha replicado en numerosas ciudades de España para visibilizar este drama social.

Sueños que revelan un drama

Los testimonios ponen de manifiesto la dureza de la situación. Es el caso de Rubén, de 44 años, quien expresa un deseo básico: "No pido una mansión. Sólo quiero una cama que no se moje cuando llueve. Sueño con volver a tener una llave en el bolsillo, aunque sea de una habitación compartida. Eso me haría sentir persona otra vez".

Sólo quiero una cama que no se moje cuando llueve"

Rubén 

Persona sin hogar

A él se suma Teresa, de 59 años, que se aferra a la esperanza de recuperar la normalidad: "hay noches en que me duermo imaginando que vuelvo a tener una mesa para invitar a mis nietos a merendar. No sé si pasará, pero ese sueño me mantiene viva". Por su parte, Clara, de 38 años, anhela una oportunidad laboral para recuperar su autonomía: "Me encantaría trabajar cuidando personas mayores. Sigo soñando con volver a cuidar a alguien y tener así un hogar. Que alguien confíe en mí".

Sigo soñando con volver a cuidar a alguien y tener así un hogar. Que alguien confíe en mí"

Teresa

Persona sin hogar

Un problema social invisible

Estas historias demuestran que el perfil de las personas sin hogar es muy variado. Mª Ángeles Eito, coordinadora de Cáritas Huesca, ha hecho hincapié en que el 'sinhogarismo' va más allá de quienes duermen en la calle. “Las personas que están en la calle son la cara más conocida de este fenómeno, sin embargo, las que viven en condiciones inadecuadas o en viviendas cedidas, o que incluso están en franco riesgo de perder su vivienda, son la parte más invisible del ‘sinhogarismo’”.

Cáritas Diocesana de Huesca ha acompañado en este año 2025 a casi 1.000 personas en exclusión residencial, destinando más de 95.000 euros a ayudas directas para vivienda. De estas, el 85% se destinó al alquiler en un contexto muy difícil, ya que el precio ha aumentado más de un 12% en el último año en la ciudad, y a la falta de oferta se suman exigencias cada vez mayores para los inquilinos.

La vivienda, factor clave de exclusión

En los últimos años, Cáritas ha constatado un "aumento desmedido de los precios" que dificulta su capacidad de respuesta. Además, la entidad alerta de que fenómenos como el hacinamiento y el realquiler de habitaciones han crecido, con "situaciones absurdas como el alquiler de una habitación para una familia de tres miembros por 580 euros al mes".

La falta de vivienda se ha convertido en el mayor factor de exclusión en nuestro país, por encima incluso de la falta de empleo. Por ello, Eito ha concluido que "es necesario una respuesta pública que contenga y baje los precios y ofrezca alternativas habitacionales para que las personas en mayor dificultad tengan la oportunidad de afrontar su propia vida".

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.