La Abubilla, ubicada en la localidad oscense de Yéqueda, abre sus puertas como residencia de personas mayores, después de haber desempeñado su labor desde el comienzo como centro COVID

Hace unos días celebraba un acto de conmemoración justo un año después de que comenzara el trabajo de esta residencia que había nacido para ser centro de personas mayores y que la pandemia transformó desde su origen en centro COVID. Su director, Mateo Ferrer, ha destacado que al recibir la noticia de ser designado centro Covid, hubo que realizar un cambio de planes, que se llevó a cabo con la ilusión y la necesidad de ayudar. Así, ha dicho que “éramos plenamente conscientes de que venía algo especial, aunque nadie pensó que la magnitud fuese a ser como la que fue” y “hubo que realizar un rápido cambio de chip y había que actuar y actuar porque no había tieempo más que para actuar”.

Durante este tiempo, La Abubilla ha pasado por varias etapas y se ha ido adaptando a la realidad del momento, dependiendo de la evolución de la pandemia. Así, en un primer momento fue centro Covid para la atención de los ancianos positivos en coronavirus de otras residencias y luego pasó a ser centro de ancianos negativos pero que no podían estar en sus centros donde sí había personas con la enfermedad, con el objetivo de aislarlos.

Durante estos meses, los trabajadores y la dirección del centro han recibido muchas muestras de apoyo a través de su página web que han guardado y enterrado en una cápsula del tiempo como recuerdo de lo vivido. El acto se llevó a cabo el día en el que se cumplió un año del inicio de su actividad. Así, ahora hay una placa en la entrada de la residencia junto a tres laureles donde se enterró la urna, que recuerda las vivencias de este centro privado para personas mayores que comienza mañana un nuevo ciclo, como ha apuntado el director.

Mateo Ferrer ha significado que “cuando rememoro aquellos primeros días, en mi mente pasan imágenes como a cámara lenta y tengo sentimientos positivos hacia esos días”, porque “fue un aluvión de situaciones de fuerza, compañerismo, de trabajar codo con codo y de esfuerzo por parte de todos los implicados” y creo que “para el futuro nos quedará ese recuerdo, el recuerdo de cómo nos ayudamos unos a otros en momentos tan duros”.

El Estado de Alarma por la pandemia se declaró el 14 de marzo y el día 23 llegaron los primeros pacientes con covid y 25 enfermeras, 5 médicos y auxiliares se sumaron al personal de La Abubilla. En esa primera fase pasaron por la residencia 99 pacientes positivos en covid-19 y en el centro fallecieron 27 personas. A partir del 20 de junio, coincidiendo con el inicio de la desescalada, la residencia de Yéqueda acogió a personas con resultados negativos, procedentes de otras residencias con casos positivos.