Almeyda prepara gladiadores

Es inexplicable que el alto ritmo que Almeyda le está metiendo al equipo en los primeros días de entrenamiento sea noticia. Debería ser lo normal, pero si a los jugadores, a la prensa, a los directivos y a muchos aficionados les llama la atención, será por algo. Es muy fácil llegar a una conclusión: antes no se hacía. Increíble, pero cierto. Ponerse a hablar de intensidad en la pretemporada puede sonar a un insufrible topicazo de la prensa, pero en esta ocasión este asunto esconde una intrahistoria. Si hacen memoria, Suso desveló en el tramo final de temporada que los capitanes habían llegado a hablar con Pimienta, quejándose del bajo nivel de los entrenamientos. ¡Qué barbaridad! Pues sí, ocurrió, hasta el punto de que aquello acabó en una discusión y terminó con Suso apartado en las sombras. Bajo la mirada del presidente y del director deportivo, se reforzó a un entrenador que prefería basar su trabajo en unos mundos de colores. Bien, pues esto ha cambiado. Nadie sabe cómo terminará la aventura de Almeyda, pero sí podemos ir contando los trazos de su trabajo. Su primer objetivo: moldear gladiadores. El técnico quiere un equipo muy físico y, por eso, está llamando la atención la “caña” que Guido Bonini les está metiendo al grupo.

Alfon, en su presentación, fue así de explícito: «Almeyda le está metiendo mucha intensidad a los entrenamientos desde el primer día. Tiene mucha energía; de eso va sobrado el entrenador. Se agradece este duro trabajo para poder crecer en el tono físico. En el fútbol actual esto es fundamental».

Por otro lado, el jugador aseguró que nunca se planteó aceptar otras proposiciones que tuvo y que estaban dispuestas a pagar los cinco millones que lo liberaban del compromiso con el Sevilla: «No dudé; lo tenía muy claro. Sabía dónde quería estar. Es el paso que quería dar. El Sevilla me puso las cosas muy fáciles. Es el club perfecto para seguir creciendo».