Una chica de Sevilla alquila un apartamento en Portugal con vistas al mar y, cuando sube la persiana, no puede creer con lo que se encuentra
Joseline ha compartido un vídeo que ha recibido muchas interacciones por lo surrealista de la situación
Esta chica, que vive en Sevilla, no podía imaginar lo que se iba a encontrar
Madrid - Publicado el
4 min lectura
Cada vez más personas apuestan por plataformas como Airbnb o Booking para organizar sus vacaciones. La comodidad de reservar desde el móvil, la variedad de precios y la posibilidad de alojarse en lugares con encanto hacen que este tipo de alquiler vacacional gane terreno frente a los hoteles tradicionales.
Uno de los reclamos más buscados por los viajeros es el de los apartamentos con vistas al mar. No solo porque aportan un valor añadido a la experiencia, sino porque suelen asociarse con momentos de desconexión y relax. Sin embargo, no siempre la realidad coincide con lo que se muestra en los anuncios.
Sitios como Airbnb o Booking funcionan como intermediarios
levanta la persiana y se encuentra... una obra
Eso es justo lo que le ocurre a Joseline, una joven nicaragüense que vive en Sevilla y que decide viajar con un grupo de amigos al Algarve, en Portugal, uno de los destinos más codiciados de la península ibérica. Lo que parecía ser un plan perfecto acabó con una sorpresa inesperada.
El propietario del apartamento en el que Joseline se hospeda anuncia la vivienda destacando sus impresionantes vistas al océano Atlántico. El precio, algo más alto que otros de la zona, parecía justificado: despertarse frente al azul del mar sonaba como el escenario ideal para unos días de vacaciones.
Pero la realidad resultó muy distinta. Al llegar y comenzar a instalarse, Joseline se acerca a la ventana principal, lista para dejar entrar la luz natural y contemplar el horizonte. Sin embargo, lo que se encuentra no tiene nada que ver con lo prometido.
En lugar de las aguas cristalinas del Algarve, aparece frente a ella una obra en construcción. Tractores, andamios y maquinaria pesada sustituyen el paisaje idílico de playa y mar abierto que aparecía en las fotografías del anuncio.
La decepción inicial se mezcla con incredulidad y risas. “Me estafaron”, comenta Joseline mientras graba la escena con su móvil. El vídeo, que después sube a TikTok, no tarda en hacerse viral. En cuestión de horas, miles de personas comparten la publicación, que se llena de comentarios de viajeros contando experiencias similares. De la ilusión a la frustración… con humor
Esperábamos el mar y nos despertamos con una grúa de regalo"
LA DIFERENCIA ENTRE "VISTAS AL MAR" Y "JUNTO AL MAR"
Aunque el momento podría haber arruinado el inicio de sus vacaciones, Joseline y sus amigos deciden tomárselo con humor. En las imágenes se les ve sorprendidos, pero también bromeando con la situación. “Esperábamos el mar y nos despertamos con una grúa de regalo”, dice entre risas uno de los acompañantes.
El caso de Joseline no es aislado. En los comentarios de su vídeo, otra usuaria asegura que en su caso lo que tenía frente a la ventana no era el mar, sino un supermercado. No es un problema exclusivo de Portugal.
El engaño con las vistas no se limita a un país o a una plataforma concreta. En Italia, por ejemplo, una pareja sueca reserva un hotel en el Lago Mayor con la promesa de un balcón con vistas directas al agua. Cuando llegan y corren las cortinas, descubren que el paisaje no existe: en realidad es una gran lona impresa con la imagen del lago, colocada justo delante de la puerta del balcón.
Situaciones como estas reflejan una problemática común en el sector del alquiler turístico: la diferencia entre lo que se anuncia y lo que realmente recibe el viajero.
QUÉ SE PUEDE HACER SI OCURRE ESTO: POSIBLE ESTAFA
Los expertos en consumo recuerdan que los viajeros tienen derechos en este tipo de casos. Si un alojamiento promete vistas al mar y lo que aparece es una obra, se considera un defecto en el servicio contratado.
Hay veces que las fotos no se corresponden con la realidad
Los pasos recomendados son:
- Notificar inmediatamente al propietario o a la plataforma el problema por escrito.
- Recopilar pruebas mediante fotos y vídeos.
- Solicitar una solución: cambio de habitación, reembolso parcial o cancelación sin penalización.
- En caso de no obtener respuesta, presentar una reclamación formal una vez finalizado el viaje.
Además, conviene recordar la diferencia entre “vista al mar” y “junto al mar”. El primer término implica que se puede ver el océano desde la habitación, mientras que el segundo solo significa que el alojamiento está cerca de la costa, aunque otros edificios —o incluso una obra— bloqueen la panorámica.
La experiencia de Joseline sirve como recordatorio para quienes confían en plataformas digitales a la hora de organizar sus vacaciones. Leer con detenimiento las descripciones, comprobar las fotos recientes y, sobre todo, revisar las valoraciones de otros usuarios puede marcar la diferencia entre una estancia satisfactoria y una gran decepción.
Por su parte, los propietarios tienen la responsabilidad de ofrecer anuncios claros y ajustados a la realidad. En un mercado cada vez más competitivo, la transparencia es clave para generar confianza y fidelizar a los viajeros.