A Ramón se lo detectaron cuando tenía 60 años. No podía ser. El cáncer de mama es una enfermedad de mujeres. “Eso fue lo que yo pensé”, nos cuenta.

En realidad, no se trata de una reacción tan descabellada. Es más, se repite una y otra vez entre los enfermos de este tipo de cáncer. "Cuando el médico te da el diagnóstico, piensas que se ha equivocado".

Es verdad que el cáncer de mama afecta a más mujeres que a hombres. Tan verdad como que la enfermedad no entiende de géneros. Igual que no entiende de edades.

También es cosa de hombres

Ramón es de Sevilla. Le diagnosticaroncáncer de mama cuando tenía sesenta años. Y cinco años más tarde hace repaso en COPE Andalucía para reivindicar que los hombres tengan más información sobre la enfermedad. “Los médicos recomiendan a las mujeres que se exploren cuando salen de la ducha, ¿Por qué no extienden esta recomendación a nosotros?”

Ramón descubrió el temido "bultito" por casualidad. Fue al médico y ese mismo día lo derivaron al hospital. “Tenían que hacerme pruebas porque veían que no era normal”. Era un cáncer. De mama.

Los primeros momentos son los peores. Lo reconoce: “Pensé en quitarme del medio”. Pero no lo hizo. Decidió seguir luchando. Seguir viviendo.

Desde aquel día hace ya cinco años, nada es igual. Por cambiar, cambian hasta las sensaciones. Y hay que aprender a vivir con el miedo. “El miedo no se va nunca. Lo sientes desde el primer momento”.

Y es que la palabra cáncer pesa mucho. “Provoca mucho miedo. La cabeza te juega malas pasadas. Y tienes que luchar y decir: A ver hasta dónde llegamos”.

Ahora Ramón mira al futuro. Su pronóstico es bueno. Eso le han dicho los médicos. Aunque las posibilidades de que se reproduzca siempre están ahí. “Esta enfermedad es muy traicionera.”

"El rosa es más que un color"

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En el Día Mundial del Cáncer de mama, laAsociación Española Contra el Cáncer en Sevilla, ha salido a la calle bajo la campaña "El rosa es más que un color”.

Con esta campaña,laAsociación Española Contra el Cáncer en Sevilla reivindica que el movimiento rosa va más allá de un lazo o un día marcado en el año. Detrás del rosa hay personas: pacientes, familiares, con sus necesidades, sus preocupaciones y sus vivencias.

Como Ramón. Y como miles de hombres y mujeres (demasiados) que se levantan cada día para seguir viviendo. Sin miedo.

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