El trato que un médico propuso a Teresa y que le ha ayudado a vencer su depresión: “40 minutos al día”
Teresa se encontraba en un cuarto oscuro del que no podía salir. Un estado mental que no la dejaba seguir con su vida tal y como era hasta ese momento
Málaga - Publicado el
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A cualquiera de nosotros puede cambiarnos la vida de un día para otro. Un ejemplo es el de Teresa, una malagueña que a la que, en cuestión de meses, su vida se le quebró por completo. Su padre murió de un cáncer fulminante y su hermana se quitó la vida.
Teresa recibió un duro golpe que la sumió en una profunda depresión: “Lo recuerdo como un cuarto oscuro, como una nube negra. Sentía que estaba muerta en vida”.
Un cuarto oscuro del que Teresa no podía salir. Un estado mental que no la dejaba seguir con su vida, tal y como era hasta ese momento: “Muchos ataques de rabia y de ira. No podía comer, no podía dormir. He estado muchos años durmiendo con la luz encendida”.
Teresa, que ahora tiene 48 años, era consciente de que tenía que salir de ahí. Tenía que hacerlo por sus hijos. Ella es madre de dos mellizos: “Me ayudaron a saber que en el cuarto oscuro había luz”. Aunque contaba con el apoyo de su familia, confiesa que su depresión la hizo sentirse muy sola.
Salud Mental
AYUDA PROFESIONAL
Teresa tenía que poner freno su situación y acudió al servicio de Salud Mental de la sanidad pública a buscar ayuda: “Me estuvieron atendiendo especialistas, tanto psicólogos, como psiquiatras, y me metieron en grupos de terapia durante 16 semanas”.
Además de seguir un tratamiento a base de terapias, también tomaba una fuerte medicación que le impedía realizar sus actividades diarias con normalidad. Teresa necesitaba rebajar la ingesta de pastillas. Se lo propuso a su médico y llegaron a un acuerdo: “Me propuso que si era capaz de salir a caminar 40 minutos al día, me iba a quitar una pastilla. Las veces que conseguí salir a caminar durante 40 minutos empecé a sentirme bien”.
Salir a caminar
MÁS DEPORTE
El deporte le sentaba bien y, en cuestión de meses, pasó de caminar a correr. Descubrió una motivación que la llevó a ingresar en un club femenino de triathlón. Tras varios meses de preparación, Teresa consiguió participar en una de estas modalidades.
Hoy día, nueve años después de la muerte de su padre y el suicidio de su hermana, Teresa ha conseguido superar la depresión. Aunque sigue viendo a especialistas, ya no toma medicación.
Teresa llegando a la meta
Ella, Teresa, ha estado en ese cuarto oscuro del que es muy difícil salir y por el que pasan miles de malagueños cada año. Según la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía, cuatro de cada cien personas fueron atendidas en los centros públicos de salud mental de Málaga durante 2024. Cuatro de cada cien malagueños acudieron al sistema sanitario público a buscar ayuda profesional el año pasado.
Un sistema de atención que, según nuestra protagonista, Teresa, debería cambiar: “Te das un golpe y te rompes una pierna, tú vas a urgencias y tienes un traumatólogo, pero cuando una persona entra en un estado de desesperanza, de dolor absoluto, cuando no vemos la luz en ese cuarto, es muy difícil encontrar ayuda, no hay medios. Para la salud física estamos preparados, pero para la mental, habría que cambiar el sistema”.
CENTROS DE SALUD MENTAL
¿Cómo trabaja la sanidad pública malagueña con los pacientes que sufren algún problema de salud mental?
La primera puerta a la que llama esa persona es la del médico de familia. Si el doctor lo cree conveniente, el paciente es derivado a un centro de Salud Mental: “Somos el filtrado de los distintos perfiles y la puerta de entrada al sistema sanitario específico de la salud mental es esta unidad”.
Israel Codina es coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Torrequebrada, desde donde trabajan conjuntamente con los hospitales malagueños. Estos centros tratan con pacientes que ya están atravesando una crisis; personas que ya tienen problemas.
Le hemos preguntado al doctor si es posible reducir las posibilidades de que estas personas lleguen a esa situación, es decir, si es posible realizar una labor de prevención para proteger la salud mental: “A nivel corporal siempre es más fácil de medir, por ejemplo: un colesterol. Eso nos indica unos factores de riesgo, por ejemplo: para lo cardiovascular. Sin embargo, los factores de riesgo para el desarrollo de la vulnerabilidad desde el punto de vista de la salud mental son más invisibles, están en nuestra vida cotidiana”.
PREOCUPACIÓN POR LOS JÓVENES
A pesar de las dificultades que acarrea la prevención en al ámbito de la salud mental, el doctor destaca que se está trabajando fuera de las consultas y con perfiles muy vulnerables, como es el de los jóvenes: “Se están incorporando enfermeros de salud mental en los centros educativos para generar canales de comunicación más rápidos, para detectar con más prontitud cuando un joven está en una situación de crisis y garantizarle un acceso rápido a los servicios de salud mental”.
El 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental y hemos querido contarte la historia de Teresa, una malagueña que se vio sumida en una profunda depresión de la que pudo salir gracias a su familia, los profesionales médicos y al deporte.
También hemos traspasado las puertas de uno de los centros públicos de Salud Mental de la provincia de Málaga; unidades a las que, según datos de la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía, acudieron cuatro de cada cien malagueños durante 2024.
Esos son los registros oficiales, pero no son los datos reales. Piénsalo bien, probablemente en tu caso hayas decidido ir a un psicólogo o psiquiatra privado y pagar la consulta, ya que la sanidad pública no da respuesta efectiva a determinados problemas de salud mental, como pueda ser tu caso.