Los refrescos azucarados se han convertido en parte de nuestro día a día. Es habitual consumirlos a cualquier hora del día y en cualquier contexto: para acompañarlos con las comidas, para calmar la sed, después de hacer deporte, cuando salimos con los amigos... Sin embargo, su consumo es perjudicial para nuestra salud como nos recuerda el dóctor José Antonio Trujillo, creador de la web dieta Greco "Cocina Mediterránea con Arte. "Los azúcares se absorben más rápido a través de un medio líquido. El cerebro lo interpreta como bebe agua y eso le da gusto al cerebro pero genera calorías. Y ese líquido azucarado no sacia", explica el dtor Trujillo. 

Una lata de refresco contiene 35 gramos de azúcar que equivale a 140 calorías. El azúcar que una persona debe tomar al día es de 20 gramos. Con este dato no es de extraña este dato: "Los refrescos son responsables de la epidemia de obesidad que hay en nuestra sociedad. Veinte gramos es el equivalente a cuatro terrones de azúcar. El azúcar provoca múltiples problemas metabólicos. Nos predispone a desarrollar diabetes que  posteriormente desencadena en problemas cardiovasculares. Los refrescos light, los zero siempre tienen azúcares añadidos, menos, pero lo contienen", reflexiona el dtor Trujillo. 

Debemo tener en cuenta que hay dos tipos de diabetes tipo1, que se genera por un problema de páncreas desde el nacimiento y donde no tiene nada que ver la alimentación para que aparezca, y la diabetes tipo 2 que es la más frecuente y que viene dada por el sobrepeso, porque agota al páncreas y eso hace que genere poca insulina. Este tipo de diábetes se puede curar con una dieta sana y con ejercicio.

Hay países donde se está planteando poner una tasa de azúcar, de hecho en Portugal ya lo han implantado y con gran éxito ya que se ha llegado a un 25% de reducción en el consumo de refrescos.