Bioparc Fuengirola pierde un pedazo de su historia y su alma con la perdida de Asmara, una tigresa de la subespecie de Sumatra, símbolo del parque zoológico, que ha fallecido a los 19 años de edad tras no poder superar una enfermedad degenerativa que le fue dignosticada hace casi seis años. Hasta hoy, Asmara era el tigre más longevo en el programa de conservación europeo y la tercera más longeva en el programa internacional. Los análisis a los que se ha sometido descartan que su enfermedad se haya agravado por el COVID - 19.

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Hoy os transmitimos una tristísima noticia. Fallece nuestra querida Asmara, la tigresa que ha vivido con nosotros durante casi 20 años. https://t.co/TaMNkcj93qpic.twitter.com/cmpjwffzBN

— Bioparc Fuengirola (@BioparcF) April 28, 2020

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Asmara llego al parque malagueño a mediados de 2001, año en el que fue inaugurado. Aunque el 20 de junio era su cumpleaños, Asmara con sus 19 años ya era la tigresa más longeva en el programa de conservación europeo y la tercera más longeva en el programa internacional de conservación de tigres de Sumatra. A lo largo de su vida, Asmara ha gozado de una salud envidiable. Además de encontrarse en un entorno afable y estar cuidada por profesionales cuyo único cometido ha sido el de velar por su bienestar, Asmara ha tenido varias crías y convivido con diferentes machos. Nunca, hasta bien avanzada su edad, tuvo ningún problema de salud.

Según el veterinario, Jesús Recuero, “Asmara nos ha demostrado cómo es el carácter de una tigresa: firme y segura de sí misma frente a sus compañeros tigres, al mismo tiempo que era relajada y confiada en presencia de sus cuidadores habituales. Es sorprendente comprobar como un depredador tan potente reconoce y se siente tranquila y confiada con sus cuidadores mientras que reaccionaba con fiereza si algún desconocido tenía que pasar por delante de su territorio.”

En 2014, con 15 años, se le diagnosticó insuficiencia renal crónica, una enfermedad degenerativa muy habitual en felinos de avanzada edad. El equipo de Bioparc no se desanimó y trabajó hasta encontrar el tratamiento más adecuado. Combinado con los “mimos” de los cuidadores y las revisiones periódicas del veterinario, Asmara siguió siendo motivo de sonrisas, admiraciones y sueños cumplidos de profesionales y de los visitantes, niños y adultos. Esta situación provocó algunas recciones en el público que no entendían “por qué Bioparc albergaba a un animal mayor y afeado por sus dolencias pudiendo tener otro más joven y bonito”. Pero la mayor responsabilidad del proyecto Bioparc es la de garantizar el bienestar de los animales que habitan sus parques y, fieles a ese principio, el cuidado y el respeto a los animales mayores se convierte en una prioridad.

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Sin embargo, hace apenas cuatro semanas el equipo de zoología identificó un cambio drástico en su comportamiento. La enfermedad había avanzado a pasos agigantados y a estas dolencias se añadieron las de una probable trombosis. Los veterinarios pudieron comprobar posteriormente que un tumor había crecido muy próximo al corazón dañándolo gravemente. Este diagnóstico desencadenó que el pasado 18 de abril falleciera durante la noche. Los veterinarios han descartado enfermedades respiratorias y el laboratorio de mayor prestigio en la comunidad científica europea, Laboklin, ha analizado los PCR que los veterinarios han realizado a la tigresa. Los resultados han sido negativos descartando así al COVID19 como otra de las causas del fallecimiento.

Bioparc Fuengirola promueve comportamientos sociales sostenibles y responsables con la naturaleza. Un proyecto global de educación medioambiental que se lleva a cabo a través de una visita al parque y que se percibe en todos los trabajos que en él se realizan. Sean grandes o pequeños, jóvenes o ancianos como Asmara, el bienestar de todos los animales es la máxima responsabilidad del proyecto Bioparc.

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