Armas de guerra y toneladas de droga: este es el destino del material intervenido en las operaciones policiales
En el último mes, la Policía Nacional en Málaga ha detenido a 55 personas, ha intervenido casi 40 armas de fuego y 9 toneladas de droga
Málaga - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La Policía Nacional ha desarticulado siete organizaciones criminales en el último mes en Málaga, en un operativo que se ha saldado con 55 personas detenidas, a las que se considera delincuentes muy violentos. Durante estas operaciones, se han intervenido casi 40 armas de fuego, algunas de ellas de guerra, y 9 toneladas de droga, principalmente cocaína, que fueron expuestas en la comisaría provincial.
El viaje de la droga hasta el horno
Una vez intervenida, la droga se traslada a unos almacenes, fuertemente custodiados, de la Policía Nacional en Málaga. Allí comienza un proceso de análisis crucial. El primer paso es confirmar que la sustancia incautada es efectivamente droga, ya que, aunque infrecuente, los test rápidos pueden dar falsos positivos.
El siguiente paso es determinar la pureza de la droga, un factor clave. Según explica el inspector jefe Juan Antonio Sillero, jefe de la sección de Crimen Organizado UDYCO, Costa del Sol, "dependiendo de la pureza, pues también se determina la valoración en el mercado" y se evalúa "el posible riesgo para la salud pública". Este dato es fundamental, ya que la pureza puede condicionar la pena a la que se enfrentan los detenidos.
DESTRUCCIÓN
Mientras se completan los análisis, la droga permanece almacenada hasta que un juez determina que es el momento de destruirla. El proceso consiste en transportar los estupefacientes a hornos de alto nivel calorífico donde se queman por completo para garantizar su total destrucción.
Todo este procedimiento está permanentemente fiscalizado para cumplir con la legalidad. Tal y como detallan las autoridades, la destrucción es un mandato del juez y se siguen todas las garantías legales. Para dejar constancia, "se hace un acta de destrucción, que luego se remite al juzgado para que quede constancia por funcionarios policiales que la droga ha sido destruida".
Se hace un acta de destrucción, que luego se remite al juzgado para que quede constancia"
Análisis y destrucción de las armas
En el caso de las armas, el proceso es diferente. Una vez intervenidas, la policía científica realiza un peritaje para estudiar cada arma y establecer su capacidad de disparo. Se comprueba si funciona, si tiene algún defecto o si es inviable que pueda efectuar un disparo.
La peligrosidad del arma es determinante para la pena del detenido. Por ejemplo, las armas automáticas tienen una consideración especial. Como señala el inspector Sillero, "el subfusil o la metralleta, comúnmente conocida, eso es catalogada como un arma de guerra, con lo cual, penalmente, tiene más pena que una pistola".
El subfusil o la metralleta es catalogada como un arma de guerra"
Una vez que se han realizado todos los peritajes y el arma ya no es necesaria para el proceso judicial, llega el momento de su fin. Primero se inutiliza y, posteriormente, se destruye como chatarra.
Este es el camino que recorren tanto la droga como las armas decomisadas por la Policía Nacional en sus operaciones contra el crimen organizado. Un procedimiento que asegura la completa eliminación de los efectos del delito, como los intervenidos en la reciente operación de Málaga con 55 detenidos y un histórico decomiso de casi 40 armas y 9 toneladas de droga.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.