La Escuela Infantil Pedro Expósito lanza la “Patrulla Antisoledad” para acompañar a mayores del barrio del Tomillo
En cada visita, se crean momentos mágicos: los pequeños conocen a los mayores, descubren sus historias, hacen manualidades juntos y reparten sonrisas. A cambio, reciben cariño, sabiduría y una experiencia única que no se aprende en los libros

La Escuela Infantil Pedro Expósito lanza la “Patrulla Antisoledad” para acompañar a mayores del barrio del Tomillo
Jaén - Publicado el - Actualizado
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En un rincón entrañable del barrio del Tomillo de la capital, cada semana ocurre algo mágico. Un grupo de niños y niñas de la Escuela Infantil Municipal Pedro Expósito se convierte en una especie de superhéroes cotidianos, aunque sin capa ni máscara. Ellos son la Patrulla Antisoledad, una iniciativa preciosa que ha nacido para tender puentes entre generaciones y llenar de vida los hogares de personas mayores que viven solas.
La idea es muy simple, pero poderosa: que los niños y niñas visiten a personas mayores que viven solas, compartan un rato con ellas, les canten, hagan manualidades juntos, hablen... Incluso hay momentos en los que los más pequeños conocen a sus mascotas, como gatos que se pasean entre las piernas o perros que corren emocionados a recibirlos. Es un intercambio lleno de vida, espontáneo y cargado de afecto.
Desde el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento, se valora este proyecto como un verdadero ejemplo de aprendizaje basado en la experiencia. Se trata de enseñar a los más pequeños a través del contacto directo, despertando en ellos valores fundamentales como la solidaridad, la justicia, la empatía o la amabilidad. No es solo una actividad: es una forma de educar para la vida.

En cada visita, se crean momentos mágicos: los pequeños conocen a los mayores, descubren sus historias, hacen manualidades juntos y reparten sonrisas
Durante una de las visitas, las concejalas Ángeles Díaz de la Torre y Isabel Cano Caballero acompañaron a uno de los grupos. Allí pudieron comprobar cómo, al abrirse la puerta de cada hogar, también se abrían sonrisas. Los mayores se emocionaban con la presencia de los niños, y los niños, por su parte, se llenaban de curiosidad y cariño. El barrio se conecta así de una manera muy especial, uniendo recursos y personas que, de otro modo, quizá no se encontrarían.
Y es que esta iniciativa no solo aporta compañía: también activa, anima y da sentido a quienes pasan muchas horas en soledad. A través de estos encuentros, los mayores recuperan la ilusión de compartir, mientras que los niños crecen con una mirada más consciente y compasiva hacia el mundo que los rodea.
El proyecto tiene un impacto que va más allá de cada visita. Mejora la convivencia en el barrio, rompe barreras entre generaciones y siembra en el alumnado hábitos que les acompañarán toda la vida. Valores como el cuidado, la responsabilidad social y la capacidad de transformar su entorno con pequeños gestos cobran vida aquí, en cada conversación, en cada dibujo compartido, en cada mirada cómplice.
Además, iniciativas como esta consolidan a la Escuela Infantil Pedro Expósito como un verdadero centro abierto a la comunidad, implicado en mejorar su entorno y en fortalecer los lazos entre vecinos. Este compromiso ya se ha reflejado en otros proyectos del centro, siempre con la participación activa del barrio como base.
Porque al final, eso es lo que consigue la Patrulla Antisoledad: llenar de vida los hogares, de alegría las calles, y de valores el corazón de quienes participan. Una experiencia sencilla, pero con un poder transformador enorme. Una historia que merece ser contada... y repetida.