Gertrude Vanderbilt Whitney: la escultora que cambió la imagen de Huelva
La catedrática de Historia Rosario Márquez reivindica la figura de Miss Whitney, autora del Monumento a Colón, como una mujer adelantada a su tiempo que dejó huella tanto en Huelva como en el arte internacional
Huelva - Publicado el
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¿Quién fue Gertrude Vanderbilt Whitney? Más allá del nombre que da título a una avenida onubense o del monumento a Colón que todos conocen, la historia de esta escultora neoyorquina es mucho más que una anécdota urbana. Su vida y su legado artístico, así como su especial vínculo con Huelva, han sido objeto de estudio por parte de Rosario Márquez Macías, catedrática de Historia de América en la Universidad de Huelva.
Desde su despacho, Márquez recuerda que Whitney no es una figura olvidada, como algunos creen. De hecho, en los últimos años se ha intensificado el reconocimiento a su obra y su relación con la ciudad. “En la Universidad de Huelva se ha inaugurado un aula al aire libre que lleva su nombre”, señala, además de resaltar publicaciones académicas que profundizan en sus estancias en Andalucía y su papel en el arte del siglo XX. Una artista de talla internacional
Gertrude Vanderbilt Whitney, nacida en 1875, procede de una familia acaudalada de Estados Unidos. Según Márquez, decide romper con el rol tradicional de esposa de clase alta y dedicarse a la escultura monumental, formándose en París junto a los grandes del momento. “Apostó por hacer grandes esculturas, tanto en tamaño como en ambición artística”, afirma la catedrática.
Whitney es autora de obras conmemorativas como el monumento a los caídos del Titanic o a los soldados de la Primera Guerra Mundial, y alcanza tal reconocimiento que llega a fundar su propio museo en Nueva York: el Whitney Museum of American Art. Huelva, elegida para honrar a Colón
La historia que une a Whitney con Huelva comienza en 1917 con la figura del norteamericano William Page, quien, tras perder un barco en Cádiz, viaja por casualidad a los lugares colombinos y queda impactado por el abandono del monasterio de La Rábida y la columna del cuarto centenario del descubrimiento.
Page se propone entonces promover la construcción de un monumento a Colón y, de vuelta en Estados Unidos, comienza a recaudar fondos. Su elección de escultora es clara: Gertrude Vanderbilt Whitney, reconocida ya en su país por su estilo monumental. Un encargo que se transforma en legado
Whitney acepta el proyecto, atraída por la magnitud del encargo y por la inspiración que encuentra en sus recientes viajes a Egipto. Según Rosario Márquez, ella no conocía ni dónde estaba Huelva, pero pronto se involucra en el diseño, recopilando información y fotografías. En 1927, visita personalmente la ciudad para decidir la ubicación del monumento.
El lugar elegido —la Punta del Sebo— es motivo de una disputa histórica entre Huelva y Palos de la Frontera, pero Whitney considera que es el sitio ideal. “Le parece un espacio emblemático”, explica Márquez, quien compara su ubicación solitaria con la de la Estatua de la Libertad en Nueva York. Mitos y verdades del Monumento a Colón
Una de las confusiones más extendidas entre los ciudadanos es el nombre del monumento. Rosario Márquez aclara con contundencia que la autora siempre lo llama ‘Monumento a Colón’. El nombre alternativo de "la fe descubridora", apunta, aparece en un discurso periodístico en 1970 y nunca fue usado por Whitney.
“La documentación original demuestra que nunca lo llamó así”, subraya Márquez, quien añade que uno de los errores persistentes es fruto del desconocimiento popular sobre la escultura y su historia. Un legado recuperado y celebrado
En los últimos años, la figura de Gertrude ha vuelto a cobrar protagonismo. Dos de sus bisnietas han visitado Huelva en distintos actos y recientemente se inauguró una escultura en su honor del artista Martín Lagares, que reproduce una foto tomada en el momento de la inauguración del monumento original en 1929.
“Estéticamente es una preciosidad”, comenta Márquez, aunque también muestra cierta preocupación por su ubicación a ras de suelo, lo que podría facilitar actos vandálicos. “Me da miedo que una figura tan bonita quede expuesta”, admite. El Whitney Museum: el sueño de una mecenas
Gertrude no solo dejó huella en Huelva, sino también en el mundo del arte norteamericano. Fue una mecenas comprometida con la pintura de su país, ofreciendo su taller como espacio expositivo y apoyando a jóvenes artistas. Rechazada por el MoMA cuando intentó donar su colección, decide fundar su propio museo en 1931, en pleno crack del 29. “Si nadie quiere esta obra, me monto mi museo”, resume Márquez con admiración. Una figura que merece ser recordada
Rosario Márquez defiende que el trabajo de los historiadores no puede quedarse en congresos o aulas. “Tenemos un débito con la sociedad”, afirma. “Hay que contarle a la gente de Huelva quién fue Gertrude Vanderbilt Whitney y por qué su legado es importante”.
Este 2025, en el 150 aniversario de su nacimiento, su figura sigue inspirando y reivindicando el papel de la mujer en el arte, la historia y la construcción simbólica de las ciudades.