“Muchas veces todo se resume en dos cosas: corazón y fe”. Así hablaba anoche el jugador del Atlético de Bilbao, Williams, al terminar una final con épica, con la victoria del menos favorito.
Según el autor del gol de la victoria, en la prórroga, “los valores del corazón y la fe le ayudaron a conseguir su propósito de vencer a un equipo superior técnicamente, como el Barcelona”.
Tanto el corazón como la fe están vinculados a la valentía del ser humano.
El corazón es el órgano donde guardamos los sentimientos, la fuente de nuestros actos afectivos y el asiento del valor del ser humano.
Mientras la fe “es la creencia en algo sin necesidad que esté confirmado por la experiencia o por la razón propia”
Anoche, a los jugadores de Marcelino Garcia Toral, les hacía falta tener mucho corazón y mucha fe para ganar la súper copa. O sea, tener el valor de creer en el triunfo, cuando todas las apuestas eran adversas.

“ÉPICA FINAL”

Conozco a Marcelino, nuevo técnico del Bilbao, de sus años en Huelva, donde ascendió al Recre a primera división.
Tuve ocasión de conversar varias veces con él y, por tanto, sé la importancia que él le da a los principios y valores humanos de los jugadores que entrena, aparte de la forma de jugar.
El técnico me afirmaba: “los valores y cualidades personales de lo jugadores influyen mucho en su comportamiento en el terreno de juego...”.
Anoche vimos como, en sólo doce días, ha logrado sacar a un grupo de futbolistas desmoralizados sus mejores valores humanos, sumarle el poderío físico y marcar la deferencia con el Barcelona.
El Atlétic derrochó en la épica final de la super copa de España los valores de la autoestima, disciplina, fortaleza, entusiasmo, humildad, pasión, juego en equipo, responsabilidad y valentía.
Todos ellos impulsados por la fuerza de la fe y el corazón. ¡BUENOS DÍAS!