El obispo de Guadix llama a ser "misioneros de esperanza" en un mundo marcado por la indiferencia
Monseñor Francisco Jesús Orozco recuerda que la identidad misionera nace del bautismo y se ejerce tanto en tierras lejanas como en el entorno más cercano

Monseñor Francisco Jesús Orozco, obispo de Guadix
Granada - Publicado el
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Con motivo del Día del Domund, el obispo de Guadix, monseñor Francisco Jesús Orozco, ha recordado en una carta pastoral la identidad misionera que todo cristiano recibe en su bautismo. Bajo el lema de este año, "Misioneros de esperanza entre los pueblos", Orozco subraya que la misión no se limita a lugares remotos, sino que también "está aquí en Guadix, está en toda la diócesis, está en nuestras casas", un llamado a la acción en la vida cotidiana.
La misión en lo cotidiano
El obispo ha explicado que, si bien la Iglesia apoya a los misioneros en los 1.132 territorios de misión que suponen más de un tercio de la institución, la vocación misionera es universal para todo bautizado. "Todos somos misioneros", ha afirmado, insistiendo en que esta labor debe ejercerse "en nuestras comunidades, en nuestras parroquias, en nuestras familias, en nuestros ámbitos cotidianos", y no solo pensar en países de África o Hispanoamérica.
Este mensaje se enmarca en el Año Jubilar de la Esperanza, un tiempo que, según el obispo, interpela a los fieles a dar un testimonio de vida. El secreto del misionero, ha detallado, es transmitir "alegría, paz, pero sobre todo esperanza con mayúscula", porque su tarea principal es llevar a Cristo a un mundo que lo necesita.
Lo que necesita el corazón del hombre para vivir en una esperanza que no termina y que no defrauda es Jesucristo"
Obispo de Guadix
Una respuesta a la deshumanización
Monseñor Orozco ha descrito un mundo "marcado por la incertidumbre, la guerra, la pobreza, la indiferencia, la soledad", citando como ejemplo la noticia de un hombre hallado muerto en su casa de Valencia tras quince años sin que nadie lo reclamara. Frente a esta "deshumanización", ha señalado que "el que no mira al otro nunca podrá definirse en su propio yo", y ha recordado la reciente exhortación apostólica en la que se afirma que el amor cristiano "supera cualquier barrera y acerca a los lejanos", siendo esencial para construir una identidad auténtica.
La importancia de la ayuda material
Además de la oración y el ofrecimiento, el obispo ha hecho un llamamiento a la generosidad económica. Ha recordado su experiencia en Honduras, donde fue testigo de cómo "hacen milagros con cada euro que se les manda" para construir colegios, pozos o facilitar el acceso a la universidad. Con total transparencia en la gestión de los fondos, ha invitado a los fieles a ser "muy generosos", citando que, como decía un santo padre, "cuando duele el bolsillo, eso es auténtica fe", una fe que se traduce en obras.
Cuando duele el bolsillo eso es auténtica fe"
Obispo de Guadix
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