El tsunami familiar del alcoholismo: así encuentran la luz los grandes olvidados de la adicción
Grupos de apoyo como Al-Anon ofrecen herramientas y un espacio seguro para recuperar la estabilidad emocional perdida por la convivencia con una persona alcohólica
Granada - Publicado el
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El alcoholismo es una de las adicciones más extendidas y socialmente aceptadas, pero su impacto puede generar auténticos tsunamis en las familias. Mientras la atención suele centrarse en la persona que bebe, su entorno más cercano sufre en silencio. Para ellos existen los grupos de apoyo a la familia, espacios donde los grandes olvidados de esta enfermedad encuentran las herramientas para sobrellevar la situación y recuperar sus vidas.
“Yo no tengo ningún problema”
Llegar a estos grupos no siempre es un camino directo. Luisa, miembro de Al-Anon, cuenta que supo de su existencia porque una persona cercana empezó a acudir a grupos de alcohólicos anónimos y se lo sugirió. Su primera reacción fue de rechazo. “Yo todavía tenía la idea de que no tenía ningún problema, que el problema se iba a resolver en el momento en que la bebida desapareciera”, admite. Sin embargo, el cambio positivo que observó en su familiar la animó a buscar ayuda para sí misma en los grupos de apoyo a los familiares.
El caso de Antonio fue distinto, ya que fue él quien obligó a la persona alcohólica de su entorno a buscar un programa de recuperación. Al acompañarla, le informaron de que existía un grupo para familiares. Como Luisa, pensó que no lo necesitaba, pero el agotamiento por intentar controlar una situación incontrolable le hizo reflexionar. Una pregunta de un miembro del grupo lo cambió todo: “¿No crees que va siendo tiempo ya de que cambies? Ya que con lo que estás haciendo no consigues nada, si cambias puede ser que consigas algo”. Ese fue el detonante para empezar a acudir a los grupos, incluso cuando la otra persona ya los había abandonado.
¿No crees que va siendo tiempo ya de que cambies?"
Recuperar la vida propia
El objetivo principal de estos grupos es la recuperación de los propios familiares, independientemente de que la persona alcohólica siga bebiendo o no. “Yo lo que necesitaba era una recuperación, recuperar mi estabilidad emocional, recoger mi autoestima también”, explica Antonio. Esto se logra a través de un programa basado en los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos, adaptado a los familiares, y en el poder de la experiencia compartida, ya que los grupos no cuentan con profesionales, sino con personas que atraviesan la misma situación.
Estamos al lado de una persona que se está dejando llevar por la bebida"
Uno de los principios clave es que los grupos son anónimos, lo que crea un espacio seguro para poner en común el sufrimiento, el miedo o la culpa. Compartir cómo otros afrontan situaciones similares ofrece nuevas estrategias y perspectivas. Como explica Luisa, es lógico que el entorno se vea afectado al ver cómo un ser querido se deteriora. “El escuchar algún tipo de herramienta para manejarte con esas situaciones es lo que te hace tomar posesión de lo que es tu responsabilidad”, afirma, destacando que así es como los miembros se recuperan.
Cómo encontrar ayuda
Para quienes sientan que la forma de beber de otra persona está afectando a su vida, el único requisito para acudir a estos grupos, es posible encontrar información sobre horarios y ubicaciones en la página web de Al-Anon España, así como en sus perfiles de Instagram y YouTube. Estos grupos se caracterizan por ser autosuficientes, sin cuotas ni ayudas externas, y no están afiliados a ninguna ideología política o religiosa, garantizando que su único propósito sea ayudar a los familiares de personas con alcoholismo.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.