Este año no ha pasado en blanco en la Plaza de Granada para la tauromaquia. El empresario José Antonio Cejudo “El Guejareño” fue el responsable de que albergara este fin de semana de dos festejos que se desarrollaron con éxito.

El sábado se celebró una corrida de toros muy bien presentada de Juan Pedro Domecq y uno de Parladé, que salió en tercer lugar y hubo de ser devuelvo a los corrales al entenderse que no era adecuada su lidia, siendo sustituido por otro del primer hierro. Aunque permitieron el lucimiento de los toreros y presentaban una bella estampa, no estuvieron sobrados de fuerza.

Se hizo el paseíllo a los sones de Granada de Agustín Lara, interpretado por la Banda del Carmen de Dúrcal, que eligió un repertorio en el que abundaron pasadobles granadinos. Antes de la salida del primer toro, se guardó un minuto de silencio por las víctimas del Covid y el 36 º aniversario de la muerte de Francisco Rivera “Paquirri”. La presencia de espectadores fue acorde al aforo limitado por la situación sanitaria.

Ponce y su magisterio

Enrique Ponce, con una oreja en el primero y dos en el segundo, fue el triunfador de la tarde. La actuación inicial tuvo el mérito de sobreponerse a un toro con tendencia a evitar la brega. Pases a pies juntos y una estocada no ortodoxa, pero efectiva, fueron lo más destacado. Lo mejor llegó con el que cerraba su lote. Se llamaba Sainetero y fue de menos a más, El maestro de Chivas dio un recital de circulares, naturales y variados pases genuflexos, sin faltar las poncinas. Entró dos veces a matar y obtuvo el mayor triunfo de la jornada.

Curro Díaz se lastimó en su primer intento de estocada. Hubo otro ejercicio de la muerte suprema y finalmente fue necesario recurrir al descabello. Mostró detalles de torería en esta lidia que era el que abría su lote y saludó desde el tercio. En el segundo se le vio artístico con la capa, evidenciando clase, quietud y remató de una buena estoca. Fue premiado con una oreja.

Sebastián Castella obtuvo un apéndice que cada una de sus actuaciones. En el que lidió en primer lugar, destacaron los quites, el ritmo y una buena estocada. En el que cerró plaza, elevó la emoción con unos pases cambiados por la espalda y mató de manera efectiva.

Novillada

El festejo del domingo fue una novillada sin picadores con ganado de Fermín Bohorquez que, como sucedió el día anterior, permitió el lucimiento de los matadores. Ernesto Marín de Cájar y Manuel Casado de Sevilla cortaron dos orejas, Pablo Maldonado de Motril y Javier Ortega de Atarfe una, el rejoneador José Velasco de Loja fue ovacionado y José Anaya de Granada recibió palmas por su actuación.

Futuro

José Antonio Cejudo “El Guajareño” ha mostrado su interés por obtener un contrato con la propiedad de la Plaza de Granada y gestionar los espectáculos taurinos que en ella se ofrezcan. El empresario dispone de distintos planes de futuro para desarrollar su trabajo en este recinto.