Fotos: Festival de Granada – Fermín Rodríguez

Jordi Savall inició su concierto con un instrumento tan antiguo, que se construyó a la vez que el Patio de los Arrayanes, espacio que acogió su concierto en streaming, perteneciente a los espectáculos que se han programado bajo el epígrafe de Digital Granada Festival. Era un rabel del siglo XIV. Pese a su apariencia rudimentaria, supo sacarle un sonido bello, sensible e inspirado. Hacer de este tipo de instrumentos, valiosos elementos más allá de la arqueología musical, es la especialidad de este personaje que pertenece a la mitología de la música.

Un espectáculo también visual

El propio Savall forman parte del espectáculo. Su vestimenta trata de conjugarse con las interpretaciones. El gesto es el propio de quien se asoma de manera reverente a una obras muy pretéritas. Sus gafas, en la punta de la nariz, terminan por componer, junto a su mirada, una escena sobrecogedora, multiplicada por la belleza del palacio nazarí.

En el Patio de los Arrayanes apareció en solitario y sin público, con una escueta escenografía, compuesta apenas por las mesas para sostener los instrumentos y el atrezzo imprescindible. La artística iluminación resaltaba los valores estéticos de un lugar donde hablar de embrujo, es la expresión exacta, sin por ello acudir al tópico. Sus gestos formaron parte del espectáculo, como esos saludos a un público que no estaba en primera persona y que se asistía en esta ocasión a través de la transmisión televisada por el canal en you tube del Festival y cuya grabación pasa a formar parte de la videoteca de la mejor música.

Judíos cristianos y musulmanes

Lo demás es fácil de imaginar. Savall consigue superar las complejidades que supone el uso de instrumentos antiguos que por su arcaísmo, no siempre facilitan la interpretación. Especialmente hábil se mostró con la viola da gamba. Singular apreciar el sonido poco conocido de la lira da gamba. Su paseo sonoro por el Mediterráneo a través de la música judía, cristina y musulmana, resultó una valiosa ilustración de cómo fue la música en otro tiempo. Composiciones por lo general anónimas, que beben en la tradición y de las que, sin duda, somo herederos.

Fabio Biondi

El formato de concierto por streaming no prolonga en exceso la actuación, carece de descanso y sustituye la frialdad de los espacios vacíos, por la belleza plástica de las imágenes que se nos presenta. Esta noche se cierra el ciclo con la intervención de Fabio Biondi desde la Fundación Rodríguez Acosta (22 h.). El jueves vuelven los conciertos con público. El Palacio de Carlos V acogerá la interpretación de la Novena de Beethoven, dirigida por Miguel Ángel Gómez -artínez.

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