El planeta ha llegado a un punto límite y desde entonces los países del primer mundo se han puesto manos a la obra, algo que se tendría haber llevado a cabo mucho antes, y no haber esperado a tener el problema encima. Ahora la misión es ir retirando los plásticos, pero esto parece una misión imposible por el momento. Aunque intentes no usarlas en la compra, luego tienes hacer uso de ellas cuando vas a reponer el cubo de la basura de tu hogar.

Ahora lo que se pretende es que la celulosa sustituya a los plástico, sobre todo aquellos de un único uso. Esta biomelécula orgánica cuenta con propiedades específicas como una mayor resistencia, menor porosidad o un consumo de recursos (energía, agua, madera) más reducido.

Poco a poco se va diciendo adiós al plástico, de un solo uso, pero se siguen buscando sustitutos más sostenibles. Aquí es donde aparece la celulosa como una de estas alternativas. Te presentamos algunas de ellas.

Las bandejas tenemos en colegios, hospitales o empresas que cuenten con comedor, y todas son de plástico. Ahora que ya contamos con celulosa, es posible fabricarlas para el mismo uso. Pueden aguantar el contacto directo con la comida, algo fundamental para su misión, e incluso muchas se pueden usar en horno, microondas o congelador, sin que se vea afectada su composición.

Este tipo de bandejas están fabricadas con fibras naturales, compostables, reciclables y pueden ser sustituidas por aquellas elaboradas a partir de materiales plásticos. Además este material ayuda a preservar la conservación del producto, por lo que se consigue evitar más despedicio de alimentos.

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Existe otro elemento que usamos como es el papel tisú, que está fabricado a partir de la pulpa de la celusosa. Tiene una textura suave y un grosos más o menos abultado, que puede ser utilizadon en función de uso que se le desee dar. Lo encontramos en los pañuelos o en el papel higiénico. También en el papel de cocina, cuyo grosos debe ser más grueso para una mayor absorción. Este material es biodegradable y natural y procede de fuente renovable de la madera.

Cuanto compramos por internet nos llega el pedido recubierto de packaging, con lo que el embalaje genera un menor impacto ambiental. Este es resistente al contacto con el producto e incluso a la lluvia. Estos también se fabrican con pasta de celulosa.

En la restauración ahora ya es habitual encontrar pajitas, platos o vasos de cartón. Después de que la Unión Europea elaborara una norma por la que limitaba el uso de plástico de un único uso en todo su territorio, rápidamente las principales empresas de comida rápida sustituyeron el plástico por este matrial. Incluso en los supermercados ya tenemos esos platos y cubiertos para nuestras fiestas familiares, diciendo adiós al plástico. Además el agua embotellada también se comienza a encontrar en cartón fabricado con un 70% de materia renovable, mientras que los vasos son de papel.

No obstante queda mucho por investigar para encontrar materiales que a la hora de su fabricación contaminen menos y necesiten menos recursos de nuestro planeta.

SOBRE LA CELUSOSA

La celulosa fue descubierta en 1838 por el químico francés Anselme Payen, que la aisló a partir de materia vegetal y determinó su fórmula química. La celulosa fue utilizada por Hyatt Manufacturing Company para producir el primer polímero termoplástico con éxito en 1870, el celuloide.

La producción de rayon («seda artificial») a partir de la celulosa comenzó en la década de 1890 y el celofán fue inventado en 1912. Hermann Staudinger determinó la estructura de polímero de la celulosa en 1920. El compuesto fue sintetizado por primera vez químicamente (sin el uso de ninguna enzima de origen biológico) en 1992, por Kobayashi y Shoda.