Los viticultores de Montilla-Moriles, en alerta por el mildiu que amenaza con arrasar la cosecha
Las copiosas lluvias registradas durante el mes de marzo y en las tres primeras semanas de abril favorecieron la germinación de las esporas invernantes

Viñedos del marco Montilla-Moriles.
Córdoba - Publicado el
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Los viticultores de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles atraviesan momentos de gran preocupación ante la propagación generalizada del mildiu en la totalidad de sus viñedos. Esta plaga, un hongo que afecta principalmente a la vid, amenaza con arrasar la producción si las condiciones meteorológicas no acompañan en las próximas semanas. Así lo ha denunciado la organización agraria Asaja Córdoba, que advierte de las graves consecuencias económicas que podría acarrear para el sector vitivinícola cordobés.
La situación, según detalla la entidad, es crítica: “Toda la superficie de viña de la zona está afectada por el mildiu”. Y, de continuar las lluvias, la propagación sería incontrolable. “Si en los próximos 14 días se registran alrededor de diez litros de lluvia, la producción podría quedar totalmente perjudicada”, alertan desde Asaja, ya que el hongo encontraría las condiciones ideales para extenderse con rapidez por todas las plantaciones.
El mildiu es una enfermedad fúngica que se activa en condiciones de humedad elevada y temperaturas suaves, circunstancias que se han dado con fuerza esta primavera. Las copiosas lluvias registradas durante el mes de marzo y en las tres primeras semanas de abril favorecieron la germinación de las esporas invernantes. Estas esporas son las responsables de las primeras infecciones visibles en las hojas de las plantas.
Según recuerda Asaja Córdoba, las primeras señales del mildiu se detectaron durante la pasada Semana Santa, concretamente los días 14 y 15 de abril. Poco después, a finales de mes, ya se podía observar una segunda generación de manchas, lo que indica una nueva fase de infección. Si no se actúa con rapidez, los racimos corren el riesgo de secarse antes de tiempo, lo que conllevaría una importante merma en la cosecha.
La organización agraria subraya que la clave está en la prevención y el tratamiento inmediato. “Es fundamental tener las viñas protegidas y aplicar tratamientos específicos”, indican. Recomiendan especialmente el uso de productos fitosanitarios penetrantes o sistémicos, que actúan desde el interior de la planta y ofrecen mayor resistencia ante condiciones adversas. Sin embargo, recalcan que, si vuelve a llover en los próximos días, la eficacia de estos tratamientos podría no ser suficiente para salvar la cosecha.
En la zona Montilla-Moriles, cuya economía depende en gran medida del cultivo de la vid, los viticultores observan con inquietud cada predicción meteorológica. “No solo está en juego una campaña agrícola, sino el sustento de muchas familias y el equilibrio económico de toda una comarca”, señalan desde la patronal.
La incertidumbre se suma a las dificultades que ya arrastra el sector, entre ellas los elevados costes de producción, la escasez de mano de obra en algunas zonas y la competencia desleal en los mercados internacionales. El avance del mildiu se convierte, por tanto, en un golpe más que podría tener consecuencias duraderas.
Desde Asaja Córdoba insisten en que los productores deben actuar con rapidez, realizar tratamientos adecuados y vigilar los viñedos a diario para detectar cualquier nuevo foco. A su vez, reclaman a las administraciones una mayor implicación, tanto con ayudas directas como con asesoramiento técnico para facilitar la lucha contra esta plaga.
“Los viticultores están haciendo todo lo posible, pero si el tiempo no acompaña, podríamos hablar de una campaña perdida”, advierten. En un año que se preveía clave para la recuperación tras anteriores dificultades climáticas, el mildiu amenaza con tirar por tierra el esfuerzo de cientos de agricultores.
La evolución de las próximas semanas será decisiva. Por ahora, el campo mira al cielo con preocupación, esperando que no lleguen nuevas lluvias y que los tratamientos logren contener la propagación de esta enfermedad. La viña, símbolo y motor de Montilla-Moriles, está en riesgo.



