La Editorial Almuzara ha lanzado al mercado “Historia de la Legión”. Un libro en el que el historiador y escritor Juan José Primo Jurado desgrana la trayectoria de este Tercio de Regulares centenario considerado como la tropa de élite mejor preparada de España.

-Fue en 1920 cuando Millán-Astray impulsa la formación de este cuerpo que ha sido protagonista incuestionable de varios episodios clave de la historia del siglo XX en nuestro país.

-Es una unidad que se crea no por casualidad, sino para ganar una guerra que se estaba perdiendo. Y después de más de cien años sigue siendo indispensable. No ya para ganar guerras, afortunadamente, pero sí para prevenirlas al servicio de la política exterior española.

-¿La mala fama de su fundador ha podido pesar en la estereotipada imagen que tiene para algunos?

-Eso sería discutible. Mala fama la que algunos le quieren atribuir. No estoy de acuerdo con esa mala fama. Fue un militar en tiempos difíciles que creó una unidad que salvó muchas vidas, porque evitó que soldados bisoños reclutas tuvieran que combatir en Marruecos y que rescató a personas perdidas por la vida como expresidiarios para convertirlos en caballeros legionarios y su contribución a la historia de España es importante. Como todo en la vida, hay personas que tienen luces, claros y oscuros… Y eso es discutible. Pero su aportación a la historia de España con la fundación de la Legión es de aplaudir.

-Un cuerpo creado a imagen y semejanza de la Legión Extranjera Francesa

-Era el antecedente que había y en el que Millán y Astray se copia, porque había dado buenos resultados. Pero mientras que en la Legión Francesa eran extranjeros, en la española el ochenta por ciento eran españoles. Por eso al final se le quita el nombre y se quita lo de “Tercio de Extranjeros” y queda como Legión.

-La épica de la Legión se ha mostrado en episodios en latitudes tan diversas como el norte de África o la fría estepa rusa o, más recientemente, en Los Balcanes. De hecho, ahora hay un destacamento aguardando acontecimientos en Estonia.

-La épica legionaria empieza en el mismo año de su fundación. En el verano 1921 debe hacer una marcha de 100 kilómetros para salvar Melilla, que está asediada. Luego se forja en las estepas rusas, en las misiones internacionales que casi siempre ha encabezado… los Balcanes, Líbano, Afganistán, Irak… Y ahora está también en primera línea de fuego siempre al servicio de lo que el gobierno de España decida.

-Y en constante modernización siempre…

-La Legión tiene una mezcla de saber guardar sus valores originales, que quedan reflejados en el Credo Legionario, el Sábado Legionario, en el Cristo de la Buena Muerte como protector, los Himnos… con haber sabido modernizar su formato con nuevas tecnologías y más formación para ser parte de un ejército moderno.

-También hay una prueba en Ronda de 101 kilómetros que organiza este cuerpo

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-Cierto. Y es en recuerdo a esa marcha a pie para salvar Melilla. El Cuarto Tercio de la Legión Alejandro Farnesio decidió crear hace unos años esa prueba y lo que empezó siendo algo para unas 300 personas reunió en la última edición a casi 8.000. Es algo emocionante.

-Por cierto, pocos cordobeses saben que hay un museo de la Legión en Córdoba

-Efectivamente. La hermandad de Veteranos de la Legión tiene un pequeño museo muy digno con un gran material fotográfico y con uniformes de la Legión que está en unas instalaciones militares cerca de la iglesia de La Trinidad.

-Los lectores de esta Historia de la Legión, ¿con qué capítulo se pueden sorprender más?

-El libro está dividido en dos partes muy diferenciadas. Los veinte primeros capítulos son historia y los veinte siguientes son la épica y la leyenda de la Legión. La Legión se mueve entre la historia y la leyenda. Cada lector seguro que sabrá mezclar esos dos ingredientes que forman el cóctel de la Legión.