Córdoba ilumina el legado de Nicea: Un congreso histórico profundiza en los 1.700 años del Concilio de Osio
Hasta el próximo viernes, expertos y especialistas de renombre se darán cita para desgranar los detalles de este Concilio a través de 18 ponencias

Entrevista al comisario y sacerdote, Patricio de Navascués
Córdoba - Publicado el
4 min lectura6:43 min escucha
Córdoba se ha convertido esta semana en el epicentro de la reflexión teológica e histórica con la inauguración del congreso 'Símbolo: Luz de Nicea'. Este evento de calado internacional conmemora el 1.700 aniversario del trascendental Concilio de Nicea, presidido por el obispo cordobés Osio, un encuentro ecuménico que, según palabras del obispo emérito de Córdoba, Demetrio Fernández, fue "un hito muy importante en la historia de la humanidad".
Hasta el próximo viernes, expertos y especialistas de renombre se darán cita en la capital cordobesa para desgranar los intrincados detalles de este Concilio. A través de 18 ponencias, se presentarán los resultados de investigaciones que, como señaló el comisario del congreso, Patricio de Navascués, "implican muchas novedades y explican el depósito de la tradición de la Iglesia hasta el siglo IV, para proyectarlas hoy de un modo nuevo a la sociedad".
Este foro no solo mira al pasado, sino que busca establecer puentes con el presente, suscitando preguntas y diálogos enriquecedores. "Cuando uno profundiza en la fe, encuentra un misterio inagotable, no de oscuridad, sino de luz deslumbrante que no puede absorber por completo", afirmó Navascués, augurando que los asistentes se irán "fortalecidos en la fe con el mismo Credo que inauguró Nicea".

Momento de la apertura del Congreso
El programa del congreso aborda el Concilio desde múltiples perspectivas. Desde el ámbito histórico y arqueológico, se profundizará en la enigmática figura de Osio y su vínculo con la ciudad de Córdoba, así como en las circunstancias políticas y religiosas que propiciaron la convocatoria de este crucial encuentro. También se abordarán cuestiones dogmáticas de gran relevancia, como el vínculo del Concilio con la salvación del hombre, la necesidad de un desarrollo continuo de la doctrina cristiana sin traicionar la tradición, el papel fundamental de la Sagrada Escritura en este proceso y la perenne recepción de la herencia nicena a lo largo de los siglos hasta la Iglesia contemporánea.
La inauguración del congreso, que tuvo lugar este martes, estuvo a cargo del obispo emérito de Córdoba, Demetrio Fernández, acompañado por el deán-presidente del Cabildo Catedral de Córdoba, Joaquín Alberto Nieva, y el comisario del congreso, Patricio de Navascués. Fernández recalcó la "responsabilidad" de Córdoba al celebrar este aniversario, máxime cuando se prevé que el culto al obispo Osio "extienda su culto a la Iglesia universal", siguiendo la intención de Papas anteriores.

Patricio de Navescúes
El obispo emérito recordó que el Concilio de Nicea "marcó una pauta fundamental en la revelación de la Palabra de Dios y de la tradición de la Iglesia y en la propuesta de la fe en el Credo Niceno-Constantinopolitano", enfatizando que "el Credo de Nicea nos une a todos en la misma fe", siendo un poderoso signo de la unidad eclesial.
Por su parte, Joaquín Alberto Nieva, deán-presidente del Cabildo Catedral de Córdoba, subrayó la relevancia de Córdoba en el Concilio de Nicea gracias a la figura de su presidente, el obispo Osio. Nieva también destacó la importancia de la exposición 'Símbolo: Luz de Nicea', abierta desde el pasado 5 de abril en la Mezquita-Catedral. Esta muestra, a través de 40 piezas, ofrece una inmersión histórica, estética y espiritual en la influencia del primer Concilio ecuménico, su valor teológico y eclesial, y la trascendencia del obispo Osio.
En un gesto de profunda significación ecuménica, y de forma paralela a la jornada inaugural del congreso, la Catedral de Córdoba acogió este martes unas Vísperas Ecuménicas. En ellas, cinco confesiones cristianas, junto a la Iglesia Católica, se unieron en oración para conmemorar los 1.700 años del Concilio de Nicea.
Durante este rezo, se pusieron de manifiesto los elementos esenciales que unen a todos los cristianos: la Palabra de Dios y el Credo, surgido del Concilio de Nicea y compartido universalmente. Estos dos pilares, la Palabra de Dios y la misma fe en Cristo Salvador, fundamentan la unidad que los cristianos comparten y manifiestan la esperanza de una unidad plena.
En esta significativa ceremonia en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, además de la confesión católica, participaron autoridades y representantes del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, del Patriarcado Ortodoxo de Rumanía en España, del Patriarcado de Moscú en España, de la Iglesia Evangélica Reformada de España (comunión Anglicana) y de la Iglesia Evangélica Española (confesión protestante presbiteriana), reforzando el espíritu de unidad y diálogo promovido por el Concilio de Nicea hace 1.700 años.




