Las palomas, de un tiempo a esta parte, se han convertido en un verdadero problema para los hosteleros gaditanos, ya que invaden mesas y molestan a quienes se sientan en ellas, seguirán estando en Cádiz ya que el plan municipal de desterrar a las 5.000 que sobran, no será posible.

La empresa adjudicataria encargada para llevárselas de la ciudad, no ha podido documentar que haría con ellas, una vez trasladadas al levante español donde tenía previsto soltarlas.

La Cadena COPE ha preguntado en la mismísima Plaza de la Catedral a los hosteleros, su grado de desesperación es máximo y lo peor es que desde el Ayuntamiento no les dan una solución.

Parece ser que, desde el punto de vista ecológico, es inviable liberarlas en un espacio “no urbano”, por lo que ahora se estudian otras alternativas, para qué hacer con ellas, ya que contar con unas 9.500 en Cádiz, es de todo punto insostenible.