Fueron muchas las personas que formaron parte de esa cadena de humanidad que salvó la vida de Antonio, el seguidor cadista que sufrió varios infartos en el Cádiz - Barça del pasado sábado. Conforme pasan las horas, esos rostros anónimos van teniendo nombres y apellidos, héroes que salvaron la vida de una persona.

Fernando Arévalo fue una de las manos que prestaron toda su ayuda y voluntad para salvar la vida de Antonio. Expresidente de la Federación de Peñas del Cádiz y médico de urgencias en Barbate, todo lo sucedido le cogió muy cerca, justamente en la zona baja de Fondo Sur.

"Hubo una movilización enorme, una cadena de supervivencia en una situación muy complicada en un lugar difícil como es la grada de un estadio de fútbol. Si está todo coordinado, como estuvo, el resultado suele ser exitoso pero ha sido así porque se ha hecho esa cadena de supervivencia en condiciones", explica Arévalo.

"Estaba en mi localidad de Fondo Sur y cuando veo al médico del Cádiz accediendo a la grada es cuando me dirijo al lugar donde estaba el paciente. Cuando llegó estaba ya siendo atendido por los compañeros de Cruz Roja".

"La aparicion de los cardiólogos fue clave"

¿Temió por su vida? "Sí, fueron muchos minutos, al menos 10, en parada y la situación era muy complicada. Sabes que por mucho que insistas en la maniobra de reanimación en ocasiones no siempre sale bien. Lo importante es que todo el protocolo comenzó de manera rápida y coordinada. Toda la cadena se pudo hacer porque había excelentes profesionales, entre ellos dos cardiólogos, varios enfermeros, un técnico sanitario, el equipo de Cruz Roja y el del 061. No era el sitio ideal, lógicamente, pero lo hicieron de una manera espectacular".

Respecto a los desfribiladores, el Barcelona prestó el suyo en esa imagen de Conan lanzándolo a la grada. "Ya había uno allí en la grada que portaba Cruz Roja pero se dio la voz de alarma y trajeron un segundo desfribilador, que es lo que yo interpreto porque ya había uno en la grada". Pasó algo similar con la camilla que José Mari, capitán del Cádiz, llevó a Fondo Sur. "Cruz Roja tenía una camilla pero era plana y la que trajeron del banquillo era similar a una barca que permite la evacuación de una manera más segura".

A resumidas cuentas, Arévalo reconoce que "el protocolo funcionó a la perfección. Dentro de la situación la aparición de los cardiólogos fue importante porque ellos dirigieron las maniobras de reanimación".