Un palo como resumen de la UD Almería en su despedida del intento de ascenso

El Almería afrontaba el partido de vuelta de la semifinal por el playoff de ascenso a Primera sabiendo que tenía que hacer algo que no había hecho desde enero: ganar a domicilio y hacerlo por dos goles. Ante un equipo que llevaba 11 partidos (desde la llegada de Paunovic) sin perder. Todo tras haber caído en la ida (1-2), en un choque en el que los almerienses no supieron aprovechar las grandes ocasiones que tuvieron para haberse llevado el encuentro y haber provocado que el Real Oviedo tuviera que arriesgar en la vuelta. Todo parecía, por tanto, muy complicado para darle la vuelta a la eliminatoria y conquistar una de las dos plazas para la final.

Bien es cierto que, finalmente, la estadística fue fiel a lo visto durante gran parte de la competición para ambos equipos. El Oviedo logró seguir con la racha de partidos sin perder, mientras que la UDA ha acabado el curso sin haber podido vencer a domicilio en cinco meses. Aunque los datos del choque, resultado al margen, pueden dar otra sensación completamente distinta. 

Porque los rojiblancos, con la ausencia de los internacionales (Luis Suárez, Marc Pubill y Perovic) jugó, quizás, su mejor partido a domicilio de todo el curso. Metió el miedo en el cuerpo a los ovetenses hasta el pitido final. Principalmente en una primera parte en la que, además del gol marcado de Melero (penalti), los de Rubi pudieron haberle dado por completo la vuelta a la eliminatoria.

ENTRADA DE CAZORLA

Una situación que cambió en el inicio del segundo tiempo. Paunovic decidió que Santi Cazorla entrara en el partido. En apenas tres minutos tocó cuatro balones y todo se modificó. Los dos primeros fueron para enviar sendos pases en largo que acabaron en remates de sus compañeros. El tercero fue para que Lázaro tuviera que hacerle falta cuando entraba en el área. El cuarto fue para convertir en gol (de zurda) dicha falta en un toque de genio... con Fernando pensando que lanzaría para otra parte de la portería.

Pese al mazazo, el Almería retomó el control del partido. Sabía que un gol mandaba el choque a la prórroga. Todo estaba como al principio del encuentro. Así que los de Rubi pusieron cerco a la portería de Aarón que encontró, como en la ida, un extraordinario cómplice en la madera. Primero el larguero para repeler un remate de Nico Melamed desde la frontal. Después, ya en el tiempo de prolongación, cuando el poste despejó un cabezazo de Marezi. 

El tercer palo de la eliminatoria, tras el que 'sufrió' Lázaro en la ida. Un perfecto resumen de lo que ha sido esta semifinal. Y todo sin haber podido contar el Almería con el máximo goleador de la competición (Luis Suárez), que ha estado con su selección. Tampoco pudiendo contar con un Marc Pubill que, para rizar más el rizo, ha marcado esta tarde en el estreno de España en el Europeo sub-21. 

Final a la temporada que ha servido, en este tramo final, para que Turki Al-Sheikh deje el club en manos de  Mohammed Al-Khereiji. Desde ya comienza un nuevo proyecto con el objetivo del ascenso a la Primera División.