Marcelo Costa de Andrade ‘El Vampiro de Río de Janeiro’

La sección Psicópatas, de Diego Martinez en Herrera en Cope, ha tratado hoy sobre Marcelo Costa de Andrade, un psicopata religioso, de apariencia inofensiva. Vivió una infancia durísima, ya que su abuelo, su madre y su padrastro le daban palizas con asiduidad. Cuando tenía 10 años fue violado lo que marcó su vida. A los 14 años comenzó a prostituirse para ganar algo de dinero y poder vivir. Fue llevado por esto a un reformatorio de donde escapó.

A los 16 comenzó una relación homosexual con un hombre mayor; a los 17, Marcelo intentó violar a su hermano menor, que tenía 10 años. Con 23 años rompe su relación con aquel hombre mayor, para regresar a vivir con su madre y sus hermanos. Decide ingresar en la Iglesia Universal del Reino de Dios, a la que asistía 4 veces a la semana. A pesar de que desvariaba y se reía sin motivo, su vida parecía normal.

EN 1991 COMIENZA A MATAR

En abril de 1991 comenzó a matar. Se estima que en 9 meses Marcelo asesinó a 14 niños de entre 6 y 13 años. Llevaba a sus victimas con engaños a sitios apartados, donde los violaba y estrangulaba. Practicaba necrofilia con los cuerpos, decapitó a uno de ellos, destrozó la cabeza de otro y en al menos 2 ocasiones bebió la sangre de sus víctimas.

En diciembre de 1991 Marcelo estranguló a Ivan de Abreu de seis años a quien recogió junto a su hermano Altair, de diez años, en una estacion de autobuses. Mientras violaba y mataba a Ivan, Altair comenzó a llorar, Marcelo lo miró, le dijo que lo amaba y le pidió que viviera con él. Altair, llorando, se fue con el asesino de su hermano, pero a la mañana siguiente logró escapar, avisó a su madre y comenzó la búsqueda del asesino.

CONFESÓ 14 CRÍMENES

Marcelo Andrade fue arrestado en la tienda donde trabajaba, confesó 14 asesinatos y llevó a la policía a los lugares donde había dejado los cadáveres. Marcelo declaria: “Yo prefiero a los niños jóvenes, porque se ven mejor y su piel es más suave. Además, los niños que mueren antes de los trece años se van al Cielo automáticamente, por eso yo les hago el favor de enviarlos al Cielo”.

Fue recluido en 1993 en un Hospital Psiquiátrico. de donde escapó el 24 de enero de 1997. Fue detenido de nuevo en Ceará el 5 de febrero de 1997. El joven que logro sobrevivir, Altair, murió al poco tiempo por una leucemia.