PREMIER | 5ª JORNADA

Remontadas de Liverpool, City y Tottenham; El Brighton sonroja al United; Tropiezo del Chelsea

El egipcio asistió en los tres goles de los 'reds' (1-3). Los de Guardiola sufrieron contra el West Ham (1-3). El Chelse vuelve a pinchar. El Arsenal a dos puntos del liderato.

Arsenal

Agencia EFE

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Wolves, 1 - Liverpool, 3

Un primer acto para enmarcar de Pedro Neto hizo soñar al Wolverhampton, tras desfigurar a un Liverpool que cambió de cara en la segunda parte con el acierto en los cambios de Jürgen Klopp, para remontar con Salah de asistente en los tres goles que aumentan la presión en cabeza sobre el Manchester City.

La valentía de los Wolves, su fútbol vertical con una figura emergiendo como dominador total, el extremo portugués Pedro Neto, y una personalidad arrolladora, desfiguró al Liverpool en el primer acto. Sin encontrar la fórmula para poner freno a las rápidas transiciones, el 1-0 en contra al descanso lo debía celebrar Klopp para arreglar el desaguisado.

Nadie encontró la forma de parar a Pedro Neto en la primera mitad. Un recital partiendo desde la izquierda. Recibiendo con espacio o encarando rivales. Un generador infinito de ocasiones. Sólo la falta de acierto de Cunha en el remate impidió que el encuentro quedase muy a favor de los locales.

Varios jugadores del Liverpool celebran un gol.

Cordon Press

El Liverpool despertó en los últimos compases del primer tiempo, cuando José Sá saco con el pie abajo el disparo de Szoboszlai tras una primera ocasión de Salah, pero fue tras los ajustes de Klopp en el descanso cuando se confirmó. Pisó más área rival el Liverpool y a los 55 minutos encontró el empate. La primera de Salah, con un centro tenso para que marcase a placer Gakpo. El tanto no cambió la idea de Klopp, vencedor del duelo con sus cambios, sentando inmediatamente al autor del gol.

Los Wolves habían desaparecido. No existía su fase de ataque. Apenas un disparo a la grada de Joao Gomes. Parapetados en su terreno, pagando el esfuerzo físico. Darwin Nuñez y Elliott lo aprovechaban con su frescura desde el banco. Sá evitaba con su rodilla la remontada en primera instancia pero la insistencia del Liverpool le condujo al triunfo.

Tras un error de Sá, que se precipitó en sacar rápido y buscar un contragolpe, golpeando a un rival con el balón que se quedó a medio camino, cayó en botas de Robertson que inició una larga carrera en la que se asoció con Salah y, juntos, firmaron un gol de bellísima factura. El pase al espacio con el exterior del egipcio, la definición con calidad del capitán, cambiando la posición del cuerpo para definir de interior.

El cuarto triunfo del Liverpool ya no tenía freno. En el añadido le puso el broche, de nuevo con Salah marcando el tempo, eligiendo el receptor de su asistencia. En esta ocasión el pase atrás a la llegada de Elliot, que se aliaba doblemente con la fortuna. Su disparo lo desviaba un rival y golpeaba en el poste que lo mandó hacia dentro.

Manchester United, 1 - Brighton, 3

El Brighton se divirtió a costa del Manchester United, que terminó sonrojado en Old Trafford ante su afición y sumido en un bache profundo en el arranque del curso sometido por un rival que juega de memoria, con estilo propio y que dio la bienvenida al español Ansu Fati, que se estrenó en la Premier.

El exjugador del Barcelona inició el encuentro en el banquillo. Entre los suplentes. Pero saltó al campo a la hora de juego, cuando las primeras sustituciones sucedieron en el recinto de Manchester. Ansu Fati ocupó el lugar de Danny Welbeck, el jugador que había desequilibrado el choque en la primera parte. El atacante español buscó protagonismo con el duelo ya definido. Asimiló su nueva situación.

El partido fue una pesadilla para el Manchester United. El Brighton abrió el marcador a los veinte minutos. En una acción que comenzó Danny Welbeck hacia Simon Adingra. El balón iba para Adam Lalana que dejó pasar el balón y despistó a la zaga. Fue Welbeck el que marcó.

Sin capacidad de reacción se hundió el United. Y en la segunda parte sentenció el cuadro visitante. Todo lo que tiró, entró. Un pase del senegalés Tariq Lampeti, que recibió la pelota del japonés Mitoma, encontró al alemán Pascal Gross, que se deshizo de dos defensas y marcó por raso.

Se hundió el United. El partido se abrió y fue de lado a lado del campo. Salió reforzado el conjunto de De Zerbi, que manejó las transiciones con rapidez. Joao Pedro, que saltó al campo a la vez que Ansu Fati, aprovechó un gran pase de Lamptey para volver a batir a Andre Onana, que encajó cada disparo.

A continuación marcó el United. Pero fue un tiro a la desesperada. Sin sentido, lejano, de Hannibal Mejbri, que recibió de Lisandro Martínez. Un tiro desde fuera del área que superó por única vez a Jason Steele, meta del Brighton. Pudo redondear con gol su debut Ansu Fati, que en el tiempo añadido dispuso de su ocasión. Pero su tiro, intencionado, salió desviado.

West Ham, 1 - Manchester City, 3

Hasta 29 remates, 15 de ellos a puerta en un partido repleto de trabajo para Areola, dejó en su paso un vendaval llamado Manchester City para remontar en casa del West Ham (1-3), mantener su firmeza y rubricar el pleno de puntos en cinco jornadas, con el que recuperó el liderato cedido un par de horas al Liverpool.

Nadie encuentra la forma de frenar al Manchester City. El West Ham, cediéndole el balón, juntando líneas en pocos metros en su terreno, haciendo daño con su juego directo y el contragolpe, sintió por momentos aspirar a puntuar. La segunda parte, cuando los de Pep Guardiola, pusieron acierto rematador, dieron la vuelta al partido con una autoridad que intimida a cualquiera de sus rivales.

Ante el entramado defensivo del West Ham la movilidad la aportó Foden y el desbode Jeremy Doku, siempre listo para encarar y marcharse. Continuo agitador del duelo. A Haaland le costó más que nunca acertar. Pese a buscar siempre el gol en la zona exacta donde acude un 9 a su cita. A espaldas de los defensores perdonó la primera en el segundo palo.

Había 'sobrevivido' al dominio rival un West Ham que encontraba un respiro en la conexión brasileña Emerson-Paquetá, que se acercó al gol con un saque de esquina que por poco no fue olímpico de Bowen hasta que apareció Ward-Prowse, como no, para marcar su tercer tanto de un curso en el que ya repartió cuatro asistencias. Lanzándose en plancha, castigaba de cabeza una perdida en ataque de Doku con mal balance defensivo del City. Era el minuto 36, mucho partido por delante.

Y fue tras la reanudación, nada más arrancar el segundo acto, cuando el enésimo desborde de Doku acabó en gol. Decidió jugársela él. Diagonal hacia dentro y definición de diestra perfecta, ajustado al poste el balón para avisar al West Ham de lo que le esperaba. El encuentro se convirtió en un acoso sin capacidad de respuesta.

Sometido en su campo, solamente le quedaba al West Ham ampararse al paso del tiempo con la fortuna de su lado. Aparecía para repeler la madera del poste una falta perfecta de Julián Álvarez y se sostenía en pie gracias a Areola. El paradón de la tarde lo firmaba para aumentar la ansiedad goleadora de Haaland, que enganchó una plástica tijera al balón picado por Rodri. Siempre al mando, siempre fiable sin perder un pase e incorporándose con criterio al ataque.

El duelo de estilos dejó unos minutos tan bonitos como decisivos. Ederson mostró que en la portería del City hay un portero que también da partidos, rápido en una salida clave para evitar el segundo en otro contraataque del West Ham con la visión de Paquetá y decisivo en su estirada para sacar abajo, pegado al poste, el cabezazo de Zouma. En ese arreón se quedó el equipo londinense.

Emuló a Doku Bernardo Silva, con su primer tanto de la temporada, a pase picado de Julián Álvarez y superando por alto la salida de Areola a los 76 minutos. Y con el viento ya a favor, voló el equipo de Guardiola que pudo acabar goleando. Las ocasiones de Haaland hasta que a cuatro del final encontró el premio en su séptimo gol de la temporada en la Premier que domina el City con puño de hierro.

Tottenham, 2 - Sheffield, 1

El Tottenham, tras un tiempo añadido de locura, con un cuarto de hora más allá del noventa, aferrado a la épica, con el partido perdido, resucitó con dos goles en tres minutos firmados por Richarlison y Dejan Kulusevski que dejaron los tres puntos en Londres ante el Sheffield United.

Fue un final soñado para la afición del Tottenham Hotspur Stadium y para el plantel del australiano Ange Postecoglu, resignados a la derrota, la primera de la temporada, desde que en el minuto 74 el Sheffield, que no había ganado ningún encuentro, tomó ventaja en el marcador.

Se agitó el partido en el último tramo y en eso salió vencedor el Tottenham, que ya contaba con los triunfos frente a Bournemouth, Manchester United y Burnley. Solo se dejó puntos, dos, ante el Brentford, con el que empató. Todo lo contrario que su rival, recién ascendido, aún con la adaptación a la Premier a cuestas. Tres derrotas y un empate. Solo un punto. El triunfo en Londres era un tesoro.

Lo vio cerca el conjunto visitante, que estuvo sostenido por su portero, Wesley Foderingham, durante muchos minutos. El guardameta frustró intentos de Yves Bissouma y Heung Min Son en la primera parte y otro más de Manor Solomon.

Pero el Sheffield, que ya había avisado con una ocasión de James McAtee en la primera mitad y un cabezazo de Oliver McBurnie, tomó ventaja en el minuto 74. Fue en un saque de banda largo, casi un córner, de Jack Robinson que alcanzó el área. Apareció desde atrás Gustavo Hamer, que marcó.

Postecoglu tiró del banquillo de forma radical. Tres cambios en el minuto 80. Richarlison, Ivan Perisic y Brennan Johnson. Fue clave. El partido entró en ebullición. En el 90, aún con el duelo en contra, sacó al terreno de juego a Emerson Royal y a Pierre EMile Hojbjer. Fue el impulso definitivo.

En el minuto 98, un córner botado por Perisic fue rematado de cabeza por Richarlison, que logró el empate. Y dos después, con el estadio encendido y el equipo en ebullición, una acción combinada, y el conjunto visitante pasivo en defensa, llevó la pelota a Richarlison y después a Kulusevski, que no perdonó y dio un triunfo épico e impensable a los londinenses.

Bournemouth, 0 - Chelsea, 0

Ya con cinco jornadas jugadas de la 'Premier League', con tan solo una victoria, es indudable que el Chelsea aún no funciona ni siquiera con la llegada de Mauricio Pochettino ni con la transformación de la plantilla ni con la inversión de 462 millones de euros; de nuevo en evidencia con un empate a nada contra el Bournemouth para quedarse a diez puntos del liderato del Manchester City con 15 disputados.

Ese es el mejor resumen de la diferencia entre las expectativas y el actual Chelsea, que sólo ha ganado hasta ahora en la competición liguera al Luton, pero cuya crisis no es nada nueva, viene de atrás, de una temporada horrorosa cuyo fin es hoy por hoy imperceptible. Hay datos sonrojantes para él: sólo ha ganado dos de sus últimos 17 partidos en la Premier o ha sido derrotado en cinco de sus siete salidas más recientes en ese torneo.

No sólo eso, sino que, de no ser por dos paradas de Robert Sánchez, el diagnóstico y el resultado de su visita al Bournemouth (decimoquinto, el Chelsea es decimocuarto) habría sido aún peor. También, igualmente, de no haber sido por Neto, el guardameta en la otra portería, podría haber ganado, sobre todo en una volea de Cole Palmer dentro del área.

La fuerza en el medio campo de Lesley Ugochukwu, el futbolista de 19 años e internacional sub'21 francés fichado al Rennes por 27 millones de euros, era entonces el mejor argumento del Chelsea. Había jugado 7 minutos este curso en la Premier hasta su titularidad de este domingo. No estaba disponible Moisés Caicedo, por unas molestias derivadas de los partidos internacionales de la selección ecuatoriana de la última semana.

Su ofensiva creció. Nada del otro mundo. Sin alardes. Por empuje. Neto intervino para parar otro remate de Nicolas Jackson y otro rechace a Colwill, multiplicado entonces, con más trabajo casi en un instante que en todo el duelo, entre la intención del Chelsea, un equipo desesperante en los últimos metros. En cada incursión en el tramo final, cada futbolista visitante eligió casi siempre mal. O ejecutó mal el pase, el centro o el tiro que se propuso, como lo hizo Cole Palmer, que conectó una volea centrada, sin oposición. Debería ser gol.

Everton,0 - Arsenal, 1

El 0-1 fue la recompensa. A la hora de partido, la posesión era abrumadora del Arsenal, un 77 por ciento. En ese momento, la ofensiva ya era total, lanzado a por el gol de la victoria, rebelado contra el empate sin goles que expresaba el marcador, pero no el terreno de juego, por más que el equipo londinense tampoco disponía de tiros a portería, nada más un remate de Martin Odegaard repelido por Pickford al inicio del segundo tiempo.

Insistía. Lo intentaba. Centros, remates contra los cuerpos rivales, pases sin destino... Una vorágine en torno al área del Everton, que resistía. Era la mejor señal para el equipo de Liverpool, acostumbrado a cotas menores, al sufrimiento hasta última hora, a la agonía para alcanzar la permanencia en las campañas más recientes.

Salvo en el gol anulado en el minuto 19. En la misma jugada, el Arsenal lamentó la decisión del VAR y la lesión de Martinelli. Primero, el extremo definió a la perfección, a toda velocidad, con un efecto perfecto con el pie derecho, imparable para Pickford. La revisión tecnológica detectó la posición ilegal previa de Nketiah cuando se desató la jugada. Lo invalidó. Ya había sentido la lesión al internacional brasileño en la tensa espera.

Pero el equipo londinense tienen muchos recursos. A Martinelli lo reemplazó Trossard, que marcó la diferencia sobrepasada la hora del encuentro, con el pase atrás de Bukayo Saka y el remate incontestable de la zurda del atacante, fichado el Brighton por 24 millones de euros y una pieza sustancial para Arteta: en los 26 duelos a sus órdenes, 12 como titular, ha producido trece goles. Tres como definidor (dos esta campaña) y diez como pasador.

La forma con la que abrió el pie izquierdo para conectar un remate nada simple, primero, y colocarla, después, al otro palo, inalcanzable para Pickford -incluso golpeó en el poste el balón antes de tocar la red-, agrandó los méritos del goleador para derribar al Everton, con el que su equipo había perdido en cuatro de sus últimas cinco visitas. No ganaba en Goodison Park desde 2017. Y sólo había vencido en once de sus once visitas más recientes.

El Everton fue un equipo intenso, resistente, pero prácticamente inofensivo. Sólo tiró una vez a portería en más de hora y media de enfrentamiento. En cuatro de sus cinco encuentros, no ha marcado ningún gol. Es antepenúltimo en la clasificación, con un punto de quince. Y sólo ha logrado dos victorias en sus últimos 16 partidos en esta competición, entre las once finales de la pasada temporada y las cinco de la actual.

Otros resultados:

Aston Villa, 3 - Crystal Palace, 1

Fulham, 1 - Luton, 0

Newcastle, 1 - Brentford, 0

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