Funambulistas en el Jardín Botánico
Loewe ha vuelto a desfilar en suelo Español. Hacía 14 años que la firma de lujo ‘made in Spain’ desfilaba solo en París. El acontecimiento fue anoche, en el Jardín Botánico.
Las invitadas que lucían tacones de aguja y plataforma se las vieron y desearon para llegar a la entrada por la Plaza de Murillo porque el suelo es de adoquines. A la salida, Isabel Presley se cogió del brazo de su hija Ana, como apoyo, para sortear las dichosas piedras, y los cámaras malintencionados iban detrás para ver si había un momento digno de YouTube.
Mi conclusión de la noche es la siguiente: soy fan de Isabel Preysler. Nunca me había parado a observarla antes, porque suelo estar entretenida con Twitter, con el blog, con la crónica de moda, hablando con el diseñador, viendo los acabados de la ropa, o haciendo fotos a los accesorios de las modelos, pero anoche me di cuenta de una cosa asombrosa: es la única persona que consigue lo que quiere de los fotógrafos de sociedad.
Para los que no lo sepan, los fotógrafos no tienen la costumbre de enseñar las fotos que han hecho a la persona retratada en la mini pantalla que tienen las cámaras de foto digitales hoy en día. Pués a Isabel no sólo se la enseñan, sino que ella opina, ¡¡¡y la escuchan!! Es más, repiten si hace falta y parecen seguir sus directrices. Isabel se ha equivocado. Su vocación, claramente, era la de directora de arte, o estilista, o, me olvidaba, funambulista, por como domina los tacones sobre el peligroso empedrado.