Recuerdos de Pekín 2008 - Las Merinadas Deportivas de Edu

Recuerdos de Pekín 2008

Los años pasan, pero las gestas permanecen en nuestra memoria. Cada cuatro años tenemos la oportunidad de presenciar el mayor acontecimiento deportivo que hay. Cuando hay Juegos Olímpicos el planeta se transforma y fija su mirada en la ciudad organizadora. Ya lo decía Mandela: “el deporte tiene el poder de cambiar el mundo”. En 2008 todos miramos a Pekín y vimos una ceremonia de inauguración espectacular, las ocho medallas de oro de Michael Phelps y los récords mundiales de Usain Bolt. El nadador americano y el atleta jamaicano certificaron su dominio en los deportes olímpicos por excelencia y fueron los actores principales de la cita olímpica china.  

Pekín 2008 fue el año en que los españoles soñamos superar las 22 medallas de Barcelona 92. En realidad, lo soñamos siempre, aunque sepamos que cada vez es más difícil, porque los deportistas españoles cuentan cada vez con menos ayudas. Pero siguen llegando alegrías a pesar de todo. En los primeros Juegos celebrados en China, España celebró dieciocho medallas, años más tarde se hizo justicia con la halterófila Lydia Valentín y la cifra subió a 19. Cinco oros, once platas y tres bronces y treinta y seis diplomas, ese fue el resultado del equipo olímpico español. Toca recordar cuando y como llegaron los diecinueve metales. Disfruten del paseo y emociónense si es necesario, merece la pena.

Los Juegos de Pekín se inauguraron un 8 de agosto. Al día siguiente (primer día de competición) España sumó su primera medalla. Y además fue de oro. Su autor fue el ciclista asturiano Samuel Sánchez, el más rápido en un sprint maravilloso en la prueba de ruta, para recordar toda la vida. Era el oro que le faltaba al ciclismo español, Sánchez cerró el círculo. “Crucé la línea de meta y no sabía qué hacer”.

La siguiente medalla llegó el 10 de agosto. Fue de bronce, pero supo a oro. La logró el tirador de esgrima madrileño José Luis Abajo “Pirri”. Fue un bronce histórico. Abajo inauguró el medallero olímpico español en esgrima. El comienzo de España en estos Juegos no pudo ser mejor, en dos días dos medallas.

El 15 de agosto de 2008 Lydia Valentín sumó la primera de sus tres medallas olímpicas, pero no la recibió hasta el 16 de enero de 2018. En Pekín acabó quinta, años después supimos que tres de sus rivales se doparon. Plata para la halterófila leonesa sin podio ni emoción por culpa de tres tramposas de la halterofilia. Valentín hizo dos buenas levantadas que le valieron dos récords de España, 138 kilos en dos tiempos y 253 en total.

En aquellos días de agosto comenzamos a ponernos nerviosos, porque España solo llevaba dos medallas en las dos primeras jornadas, pero otros cinco sin sumar. Como siempre, el pesimismo comenzó a poblar los titulares y los artículos. A partir del 16 de agosto todo cambió para bien. Desde ese día, España sumó medalla cada jornada hasta el final de los Juegos. El pistard mallorquín Joan Llaneras, subió a lo más alto del podio en la prueba de puntuación (160 vueltas al velódromo) de ciclismo en pista, un deporte que le ha dado varias alegrías olímpicas a nuestro país. Llaneras sumaba así su tercer metal en tres Juegos Olímpicos, dos de oro y una de plata, todos en la misma prueba. Tenía 39 años. 

Ese día también pasó a la historia porque Michael Phelps igualó los 7 oros olímpicos de Mark Spitz (luego los superaría) y por el récord mundial de Usain Bolt en 100 metros lisos (9.69). Un año después el atleta jamaicano se superó a sí mismo en el Mundial de Berlín.

El 17 de agosto de 2008 se convirtió en uno de los mejores días olímpicos de la historia para España. Aquel día se sumaron cuatro medallas, una de oro y tres de plata en tres deportes diferentes. La autoestima comenzó a subir. El pesimismo se transformó en optimismo. Los que veían el desastre cambiaron de opinión.

Rafa Nadal se convirtió en campeón olímpico del torneo individual de tenis tras vencer en tres sets al chileno Fernando González. Al día siguiente, el tenista manacorí se despertó como número uno del mundo. “He ganado por mi país, eso es lo que diferencia a los Juegos del Grand Slam”. Las también tenistas Virginia Ruano y Anabel Medina ganaron medalla en el torneo de dobles. Perdieron en la final contra las hermanas Williams, pero se bañaron en plata. Para Ruano era la segunda plata olímpica consecutiva.

En vela llegó la plata de Iker Martínez y Xabi Fernández en la clase 49er. Fue una medalla polémica que debía haber sido de oro para los regatistas españoles. La pareja que ganó, la de los daneses, rompió su barco y compitió con el de Croacia. Martínez y Fernández ya habían sido oro olímpico en Atenas 2004.

Gervasio Deferr fue subcampeón olímpico en la prueba de suelo de gimnasia artística. El gimnasta catalán sumaba su tercera medalla olímpica en tres Juegos Olímpicos diferentes, las dos anteriores fueron de oro en la competición de salto. “Es una medalla especial por las lesiones y los malos momentos que he pasado”.

Al día siguiente la cosecha no fue tan grande, solo llegó una medalla. Fue de bronce en ciclismo en pista. La logró Leire Olaberría en la prueba de puntuación. Sus lágrimas de alegría nos emocionaron a todos. Olaberría solo llevaba cuatro años montando en bicicleta cuando ganó aquel bronce. “¿Supermujer? Nooo…Yo soy una mujer muy normal”.

Joan Llaneras se colgó una nueva medalla el 19 de agosto. Esta vez fue de plata y compartida con Toni Tauler en la prueba de Madison. Llaneras cerraba su participación olímpica con unos resultados al alcance de muy pocos, dos oros y dos platas. Fue su última carrera.

Gemma Mengual y Andrea Fuentes, dos de las mejores deportistas femeninas de la historia de nuestro país, sumaron una medalla de plata histórica en el dúo de natación sincronizada. Se la puede considerar de oro , porque las rusas juegan en otra liga. Era 20 de agosto. “Esto es algo increíble, es tal y como lo había imaginado, un sueño” dijo Andrea Fuentes.


Otro dúo de deporte acuático, en esta ocasión masculino y en vela, se llevó un nuevo oro para España. Fue en la clase tornado y los protagonistas fueron Fernando Echávarri y Antón Paz. Llevaban más de diez años navegando juntos, habían sido campeones mundiales y europeos y por fin llegaba el oro olímpico. “Hoy es un gran día para nosotros, pero también de tristeza”. Aquel 21 de agosto de 2008 fue el día después del accidente aéreo de Spanair.  España sumaba ya cuatro oros, cinco platas y dos bronces (sin contar la plata de Lydia Valentín). Quedaban tres días para terminar los Juegos, la traca final.

David Cal ya había sido oro y plata en Atenas 2004. Llegaba a Pekín como candidato a medallas y no falló. En esa ocasión fue plata en piragüismo en C1-1000 y C1-500 metros. La primera llegó el 22 de agosto, el palista gallego cedió su trono olímpico a pesar de haber luchado hasta el final. “Estoy un poco decepcionado, tenía muchas opciones de subir a lo más alto del podio”.

La segunda medalla para Cal llegó una jornada más tarde, en otro de los mejores días olímpicos que se recuerdan en la historia del olimpismo español. “Hice lo que pude, estos Juegos no han sido tan buenos como los de Atenas”. Lo dijo el mayor medallista olímpico de la historia de nuestro país. A la plata de Cal, se sumaron otras dos. Ambas fueron de deportes de equipo. El de natación sincronizada hacía historia y al igual que el dúo supo a oro, porque Rusia era y es inalcanzable. El hockey hierba masculino se sumó a la fiesta con una nueva plata. La defensa alemana impidió que los españoles mejorasen los subcampeonatos olímpicos de 1960 y 1996.

De aquel día hay que destacar sobre todas las demás medallas, el oro que consiguieron Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial en piragüismo en la clase K2-500 metros. Era su segunda competición oficial juntos. Nadie lo esperaba, pero fue un oro sensacional e inolvidable. Los subcampeones (Rauhe y Wieskotter) llevaban siete años sin perder. “Hemos hecho la carrera de nuestra vida” dijo Craviotto, que años después suma otras tres medallas olímpicas.

Faltaban dos medallas de equipo por llegar. El baloncesto y el balonmano masculino acostumbrados a darnos alegrías. Los primeros fueron plata tras perder en la final contra la todopoderosa Estados Unidos. Como en el caso de la sincronizada, supo a oro. España se quedó a once puntos y tuvo opciones de ganar hasta los dos últimos minutos. La actuación de los árbitros fue decisiva y sin duda influyó en el resultado final de 118 a 107.

El balonmano se cubrió de bronce, metal conocido de otros Juegos Olímpicos. La selección española venció a Croacia, la anterior campeona olímpica, por 35 a 29. Aquel encuentro fue el último de una leyenda con España, el portero David Barrufet.

España acabó los Juegos de Pekín 2008 en el puesto decimocuarto del medallero con 19 medallas, a una de Atenas 2004 y a 3 de Barcelona 92. Con la sensación de que dos de las once platas deberían haber sido oro, la del 49er y la de baloncesto.

 

 

Share and Enjoy !

0Shares
0 0 0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0 0 0