Sigue la pugna entre empresarios y Gobierno envuelta en la más absoluta bruma fiscal. Sigue siendo el tema del día, económicamente hablando.

CEOE señala que las previsiones de recaudación de impuestos son tan elevadas que luego se recauda menos. ¡Y pasa lo que pasa! según avanza el año, el Gobierno de turno se percata de su pifiada presupuestaria… ¡Pues, nada!, ¡a recaudar más, parcheando impuestos y cambiando medidas fiscales, estrujando al contribuyente y, para más inri, retroactivamente!

La actual indefinición fiscal provoca que haya empresas que se planteen invertir fuera de España y otras que ya no vendrán… porque se busca países con seguridad jurídica y menor presión fiscal. En España entre impuesto sobre beneficios más impuestos sobre el trabajo y cotizaciones, más impuestos autonómicos y otros, la tributación societaria se va al 50% del beneficio cuando en la UE la media es del 40%.

Si unos no vienen y otros se van: a la larga, menor recaudación de impuestos y nuestra economía en caída…

Este panorama siembra dudas económicas. Estamos en trance de vivir fugas empresariales de enjundia con el agravante de que no solo se desplazarán inversiones allende nuestras fronteras sino centros de decisión y empleo de calidad ante la insistente subida de cotizaciones sociales. Nuestro PIB flaqueará más, justo en un momento en que el crecimiento mengua.