Las altas temperaturas provocadas por la ola de calor empiezan a pasar factura. En las últimas horas conocíamos que un hombre de 60 años permanece en estado grave tras sufrir un golpe de calor cuando se encontraba sentado en un banco de la madrileña plaza del Dos de Mayo.

El hombre había experimentado dos crisis convulsivas, presentaba un bajo nivel de consciencia y una temperatura de 41,5 grados.

Los sanitarios han procedido a intentar bajar su temperatura aplicándole hielo directamente en zonas como el cuello, las ingles o las axilas, pero el cuerpo de la víctima no reaccionaba con éxito con lo que tuvo que ser trasladado al hospital.

EL GOLPE DE CALOR

El golpe de calor es el exponente máximo de las patologías que una persona puede sufrir por estar expuesta a altas temperaturas y supone un riesgo grave para la vida de la persona que lo padece.

De hecho, el 70 por ciento de las personas que lo sufren no consiguen superar la triada clásica, tres síntomas que son muy típicos:

.- Hipertermia muy intensa, no fiebre, porque en el golpe de calor se da un trastorno del centro termoregulador del cerebro, por encima de los 40 grados.

.- Una segunda parte de la triada consiste en la anhidrosis, el enfermo está muy caliente pero no suda.

.- Conciencia alterada

Tres niveles de síntomas del golpe de calor

Los síntomas del golpe de calor pueden presentarse en el momento o después de varios días de la exposición de riesgo y se dividen en tres niveles en función de su gravedad:

Primer nivel: Son los primeros síntomas de indicios de alerta por golpe de calor, y puede suponer la pérdida de agua entre el 1 y el 5% del peso corporal.

Piel enrojecida, caliente y seca.

Sed intensa y sequedad en la boca.

Sudoración excesiva.

Sensación de calor sofocante.

Temperatura mayor a 40ºC.

Segundo nivel: En este caso, el organismo ha perdido entre un 6 y un 8% del peso corporal.

Debilidad muscular y calambres.

Dolor de cabeza y mareos.

Escasez de orina.

Anhidrosis (ausencia de sudor).Pulso fuerte y acelerado.

Dolor de estómago y falta de apetito.

Tercer nivel: el organismo ha perdido entre un 9 y un 11% del peso corporal.

Hiperventilación.

Agotamiento .

Náuseas o vómitos.

Estado de confusión y desorientación.

Pérdida de conciencia, delirio o convulsiones.

Desmayo o, incluso, coma.

¿CÓMO PREVENIR?

Ante todo debemos no exponernos al sol cuando las temperaturas son muy altas, especialmente en el horario del mediodía. Además habría que evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, las que estén muy frías o muy calientes, así como las comidas pesadas. A los más pequeños es mejor ofrecerles continuamente líquidos, vestirlos con ropa de algodón.

¿QUÉ HACER?

Desde Cruz Roja advierten de la importancia de actuar rápidamente. En primer lugar, "se debe intentar baja la temperatura del cuerpo de la persona afectada. Además es importante:

Ofrecer agua fresca (o incluso agua con una cucharadita de sal)

Trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado

No administrar medicamentos antifebriles

No friccionar la piel con alcohol

Recuerdan que el tratamiento del golpe de calor supone una "urgencia vital, ya que su mortalidad es menor si se consigue el enfriamiento del paciente lo antes posible".

Por eso, en cuanto sea posible, señalan "el paciente debe ser trasladado a un centro hospitalario, pero hasta entonces el objetivo a conseguir es la reducción de la temperatura corporal del enfermo hasta que se sitúe entre 38 y 39ºC. Para ello,