Millones de pequeños crustáceos han varado en las últimas horas a lo largo de 70 kilómetros de la costa asturiana debido a una incidencia térmica y a una derivación de corrientes, según explican los expertos, que descartan que el origen de este raro fenómeno sea un elemento contaminante.

Miembros de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (CEPESMA) han comprobado que los animales llegan a los arenales vivos y en buen estado, pero que terminan muriendo al secarse.

Han llevado a su laboratorio ejemplares vivos en agua marina y temperatura adaptada a su hábitat, y han comprobado que sobreviven perfectamente, por lo que se descarta por completo que el fenómeno tenga un origen contaminante.

Los crustáceos han aparecido en las playas de Xagó, San Juan de Nieva, Playón de Bayas, Luarca y Tapia de Casariego, a lo largo de unos 70 kilómetros de costa.

El presidente del CEPESMA, Luis Laria, no descarta que en las próximas horas varen muchos millones más, algo que dependerá de las mareas y las corrientes marinas.

No obstante, hoy ya eran visibles desde tierra grandes bancos de crustáceos muy próximos a la costa que podrían correr la misma suerte que los que han muerto ya en la arena.

"Viajan en grandes masas, como si fueran en un autobús que choca contra una pared y eso afecta a todos los que van dentro", ha comentado a Efe Luis Laria para explicar un fenómeno que achaca a un choque térmico.

Se trata de anfípodos macrocéfalos de 1,7 centímetros, que son pelágicos y que viven lejos de la costa, lo que, según Laria, hace que este fenómeno sea aún más curioso.

El presidente del CEPESMA, que tiene una experiencia de 22 años en la observación de especies marinas, ha asegurado que nunca había visto en estas cantidades estos organismos varados en las playas.