Las bebidas energéticas y su consumo en época de exámenes, ¿son de verdad peligrosas?
Más de la mitad de los que las beben admitieron haber experimentado sensaciones desagradables, como latidos cardiacos rápidos o náuseas
Las bebidas energéticas y su consumo en época de exámenes, ¿son de verdad peligrosas?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tardes y noches de biblioteca acompañadas de bebidas energéticas, en toda su variedad de marcas y sabores. Seguro que esta situación no te resulta extraña; menos aún si eres estudiante actualmente, y te encuentras preparando los exámenes universitarios de la convocatoria de febrero. Ya se sabe que la falta de tiempo, los nervios y la ansiedad llevan a muchos a tomar este tipo de bebidas para tratar de mantener la energía durante más tiempo y aprovecharlo para estudiar. Sin embargo, con las bebidas energéticas siempre nos debatimos en la dicotomía de: ¿son un apoyo para los estudiantes, o son peligrosas? Veamos...
En primer lugar, hay que dimensionar la cuestión; y es que más de la mitad de los que alguna vez tomaron bebidas energéticas admitieron haber experimentado sensaciones desagradables, como latidos cardiacos rápidos, náuseas y, en algún caso, convulsiones. Eso es lo que dice un estudio de la Universidad de Waterloo (Ontario, Canadá).
Las bebidas energéticas contienen vitaminas o minerales como la niacina, el ácido pantoténico, o la B6, B2 y B12. Hasta aquí, bien. Sin embargo, la realidad detrás de todo esto es que por cada lata de 500 mililitros que ingerimos, estamos incorporando también entre dos y cuatros tazas de café de una sola vez; con hasta 50 gramos de azúcar (aproximadamente unas 12 cucharillas de café; el máximo recomedado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante todo un día).
Aunque de todos estos componentes, el que más se suele anunciar en las propias latas es la taurina. No obstante, se trata de un aminoácido que ya forma parte de nuestro cuerpo, que no hace nada, y que por ingerir más no conseguimos producir más cantidad. Es más que nada un reclamo para los consumidores de este tipo de bebidas energéticas que presentan un gran peligro si se consumen habitualmente para órganos como el hígado, debido a la enorme ingesta de azúcar que supone.