El diestro Manuel Díaz "El Cordobés" ha abandonado a última de hora de la tarde del domingo el hospital San Jorge, donde ha estado 24 horas en observación tras resultar herido ayer en Huesca, y ya viaja de camino a Sevilla para seguir su recuperación y con la mente puesta en volver a torear en septiembre.

La evolución de la cornada, que a pesar de la longitud fue limpia, es buena, no ha tenido fiebre en ningún momento y va todo "como tiene que ir en este tipo de cornadas", aunque lo más preocupa es la fractura que sufre en uno de los dedos de su mano izquierda, que puede ser la que ralentice algo más su vuelta a los ruedos, según han señalado a Efe fuentes del entorno del torero.

El Cordobés fue arrollado en el saludo capotero a su primer toro, de la ganadería de Salvador Domecq, de la corrida celebrada ayer sábado en Huescal. El animal hizo por él, encunándole contra las tablas durante unos largos y angustiosos segundos. Rápidamente fue llevado a la enfermería, de donde no volvió a salir.

Allí fue intervenido de una "cornada en el triángulo de Scarpa derecho con un trayecto superior y externo, y otro inferior e interno que abarcan una extensión de 20 cms, sin lesión muscular".

También fue revisado de "una herida contusa en segundo dedo de la mano izquierda con fractura expuesta y conminuta de falange media, severos traumatismos en partes blandas y lesión de la arteria colateral radial y de la polea A-2". El pronóstico del percance fue valorado por el doctor Enrique Crespo como "grave".

Debido a este percance, El Cordobés no podrá hacer el paseíllo mañana, lunes, en Calatayud (Zaragoza) donde estaba anunciado junto a El Fandi y el rejoneador Sergio Galán. Su puesto en el cartel será ocupado por Manuel Escribano.