Mientras que en otros países eran de color verde, rojo, gris o incluso azul, en España se eligió el color naranja para la bombona de butano. Una decisión que, según el fundador de la ya extinta Factoría de Butanos, José Álvarez Sánchez, generó enormes críticas en sus inicios, pues eran muchos lo que consideraban que no era el color adecuado.

Sin embargo, con el paso de los años fue calando no sólo entre los consumidores de este producto, sino en el resto de la sociedad española de la época. Tanto que, con el paso del tiempo los modistas y diseñadores introdujeron lo que denominaron el color “butano”.

Pero, ¿por qué Factoría de Butanos eligió el naranja para el color de la bombona en España? El motivo es mucho más sencillo de lo que podemos imaginar. Se adoptó ese color al considerar se que no había otro más significativo para un país que se relacionada directamente con la producción de una fruta tan importante como las naranjas. No hay que pasar por alto tampoco que la empresa, que se fundó en 1957, tenía sede en Cartagena.

Cuál fue la finalidad de la bombona de butano

La intención de José Álvarez con la creación de su Factoría de Butanos, no era otra que poder ofrecer a sus vecinos una energía barata en una España que atravesada una complicadísima situación económica. Pronto, la bombona se convirtió en un elemento indispensable en cualquier hogar, sustituyendo al carbón que, hasta entonces se venía usando para tareas tan habituales como cocinar o calentar el agua para el baño.

Rápidamente, y ante el auge de la empresa, Factoría de Butanos comienza a expandirse, abriendo una planta de llenado de las bombonas y creando una red propia de reparto, lo que hizo posible que las bombonas llegasen primero a Valencia y, posteriormente, a la capital, Madrid, a León y Barcelona, donde se abrieron nuevas plantas de llenado de bombonas. Ya a mediados de la década de los 60 se multiplican las licencias a empresas de cada zona de España, que permite hacer llegar el butano a miles de hogares de prácticamente toda la geografía nacional.

Y como muestra un simple botón. Si en 1957, cuando se crea Factoría de Butano esta llenaba 3.000 bombonas, una década después, en 1967, ya repartía 80.000, cantidad que, en ocasiones, era incluso insuficiente para atender toda la demanda que había.

Con el paso de los años, Factoría de Butanos, la empresa creada por José Álvarez, pasó a denominarse Butanos S.A., bajo cuya denominación comenzó a implantar diferentes sistemas informáticos para mejorar la gestión de la demanda.

La llegada de la democracia a nuestro país, supuso también la liberalización del mercado y la creación de la sociedad Repsol, la cual acabaría absorbiendo a Butano SA., apareciendo la marca Repsol Butano. Con la liberalización del mercado, se acabó el monopolio del butano, por lo que nacen otras empresas también dedicadas a su distribución.

Lo que nadie puede obviar es la importancia que tuvo la llegada de las bombonas a nuestros hogares, pues hicieron que pasaran a la historia aquellos baños en barreños con el agua calentada al fuego del carbón, o los peligrosos braseros de carbón en la mesa camilla. Se puede decir que el reparto de butano, evolucionó a la par que la lo hizo la sociedad española de la segunda mitad del siglo pasado.