El Consejo de Gobierno de Extremadura ha aprobado este viernes en una reunión extraordinaria limitar a seis personas las reuniones sociales tanto público como privadas en todo el territorio de la comunidad autónoma y el confinamiento de doce localidades, que suman cerca de 13.000 vecinos, para frenar la transmisión de la covid-19.

Estas medidas extraordinarias han sido anunciadas en una rueda de prensa por el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, quien ha expuesto que estas restricciones se adoptan ante un incremento "abrupto" de las tasas de incidencia.

"Tenemos el reto y la obligación de reducir la incidencia acumulada al máximo posible, especialmente antes de la llegada de la gripe", la cual, "como todos los años, genera una carga asistencial" y ahora pueda ocasionar "dudas" sobre los síntomas, ha señalado el consejero, que ha apelado a la responsabilidad.

Las medidas adoptadas, que tendrán una duración de 14 días, podrían entrar ya en vigor a las 00:00 horas del sábado, si se publican este viernes en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), aunque deberán ser ratificadas el lunes por la autoridad judicial.

Entre las medidas que afectan al conjunto de la comunidad, la más importante es la reducción del número de personas a no más de seis en reuniones sociales, tanto privadas como públicas, con excepciones en el caso de las familias en que todos sean convivientes o por laborales e institucionales.

Las medidas en poblaciones, que no en todos los casos conllevan confinamiento, afectarán a 23.723 extremeños.

El aislamiento alcanza a la localidad pacense de Villanueva del Fresno y a los once municipios cacereños incluidos en las zonas de salud de Hoyos y Villanueva de la Vera, que funcionan como bloque y en los que sí se permitirá la movilidad interna.

Asimismo, el Consejo de Gobierno ha acordado adoptar medias preventivas, exclusivamente de reducción de aforos, en las localidades de Alcuéscar (Cáceres) y las pacenses de Hornachos y Fuente de Cantos.

Además, siguen estrechamente la evolución de otras once localidades de las dos provincias y ha mostrado "especial preocupación" por Mérida, Plasencia y sobre todo por Almendralejo.