Erasmus en Italia no regresan a casa: "Se está magnificando la situación"

Berta López Domènech

Varios estudiantes de erasmus que están en Turín -capital del Piamonte italiano- y en Roma han confirmado a Efe que no prevén regresar a sus hogares porque creen que "se está magnificando la situación" del coronavirus y han asegurado que la vida allí "es normal".

A pesar de que la presencia de guantes y mascarillas en el transporte público obligan a plantearse si es seguro quedarse en Turín, Pol Guixeras, estudiante erasmus, no prevé regresar a Barcelona.

"Sé que un par de estudiantes han vuelto a sus países, pero yo me quedaré, al igual que todos mis compañeros de piso", ha explicado hoy a Efe vía telefónica este estudiante de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Tampoco Júlia Sanabria, estudiante de Ingeniería Biomédica de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), que está de erasmus en la Politécnica de Turín, se ha planteado regresar a su casa en Badalona (Barcelona), a pesar de que su compañera de piso portuguesa sí que lo ha hecho.

"Solo unos cuantos estudiantes portugueses y españoles están volviendo a casa", reconoce en declaraciones a Efe, pero añade que la mayoría lo hacen por presiones de la familia o por recomendaciones de la universidad.

En la región del Piamonte, el pánico se ha contagiado más rápido que el coronavirus. A pesar de encontrarse a unos 200 kilómetros del foco de contagio más cercano, y de que solamente se han confirmado tres casos en la región, la Universidad y la Politécnica de Turín y la Universidad del Piamonte anunciaron el pasado domingo la cancelación de las clases, de momento, durante esta semana.

En Turín, a pesar del alarmismo, la gente sigue haciendo vida normal y son muy pocos los que van con mascarillas por la calle. "Sigue habiendo gente en las calles y en los bares, lo único que ha cerrado son los museos, las universidades y las discotecas", aclara Sanabria, que considera que "desde fuera se ve más grave de lo que realmente es, se ha magnificado la situación".

"La gente se ha dejado llevar por el pánico", según Guixeras, que dice que no para de recibir mensajes y llamadas de sus amigos y familiares, preocupados por la situación.

El estudiante, que llegó a Turín hace apenas una semana -pocos días antes que se detectara el primer caso de coronavirus en el Italia- considera que los medios están contribuyendo a incrementar la sensación de dramatismo: "La situación no es grave, creo que los medios están jugando a espectacularizar un hecho que podría ser una noticia breve para cerrar el telenoticias".

"A veces es difícil, que no imposible, conseguir productos como pasta, huevos, leche o arroz, pero solo hace falta buscar en otro supermercado", admite Pol. Algo con lo que Júlia aún no se ha encontrado: "Dicen que en algunos barrios de Turín faltan alimentos en los supermercados pero en el centro, donde yo vivo, sigue habiendo de todo".

Al igual que en otras ciudades italianas, lo que se ha convertido en un imposible es conseguir mascarillas: "Se han agotado en todas las farmacias", cuentan los estudiantes.

Júlia Sanabria afirma que muchos las compran como medida preventiva, por si acaso en algún momento su uso es obligatorio para salir a la calle.

La gincana para conseguir mascarillas también ha llegado a Roma, donde hasta el momento son también tres los contagiados.

En la capital del país transalpino, a pesar de haberse detectado tres personas infectadas por el virus, no se han llegado a tomar medidas tan drásticas como la suspensión de clases. "Ni la Sapienza ni el resto de universidades han cancelado clases", ha explicado a Efe Ana Segura.

Esta estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad Ramon LLull de Barcelona, que llegó hace menos de un mes a la ciudad, tampoco se ha planteado volver, pero sí que lo hará si acaban cancelando sus clases.

A pesar de que el coronavirus es el tema omnipresente y todo el mundo habla de ello, Ana Segura cree que de momento "no hay pánico". "He visto a alguna persona con guantes y mascarilla -añade- pero las calles siguen estando llenas de turistas y la gente hace vida normal".