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Cinco falsos mitos sobre los psicópatas

Ni todos delinquen, ni su inteligencia es siempre superior, ni son todos hombres

Cinco falsos mitos sobre los psicópatas

 

David G. Triadó
@davidgtriado

Responsable del área audiovisual y reportero multimedia

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 15 abr 2019

Dexter Morgan es, con toda probabilidad, uno de los psicópatas más conocidos de la ficción de todos los tiempos. A lo largo de sus ocho temporadas, la serie protagonizada por Michael C. Hall mostró sus vicisitudes mientras conciliaba su pulsión de matar con su papel de padre y de técnico de laboratorio de la policía de Miami.

Sin embargo, series, películas y la información de la crónica negra han contribuido a crear una imagen del psicópata estereotipada que no representa a la diversidad de personas que lo son. Se han erigido una serie de mitos alrededor de la psicopatía que no siempre son ciertos.

Los psicópatas son criminales

Es complicado determinar con precisión el porcentaje de psicópatas entre la población. En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) se estima que entre un 0,2% y un 3,3% de los ciudadanos lo son. El doctor en psicología Robert Hare apuntó que se trataría de alrededor de un 1%.

La mayoría de los psicópatas viven integrados en la sociedad y no cometen delitos. Sin embargo, se ha demostrado que la prevalencia de la psicopatía entre la población reclusa es exponencialmente mayor. Una investigación de la Universidad de Lleida, entre el 8 y el 18% de los presos en cárceles europeas lo serían. Otra de la Universidad de Tromsø, en Noruega, concluyó que la cantidad oscilaría entre el 20 y el 25%, siendo los psicópatas responsables de la mitad de los delitos graves.

Pero los psicópatas pueden tener -y tienen- vidas completamente normales o incluso exitosas en ocasiones. Un estudio de las universidad de Bond (Australia) y San Diego (EE.UU.) determinó que entre los altos ejecutivos empresariales existe un 21% de psicópatas, una proporción muy similar a la de las prisiones.

Una persona es psicópata o no lo es

Los expertos señalan que la clasificación de los individuos entre psicópatas y no psicópatas sería más una escala de grises que una cuestión de blancos y negros. De hecho, Hare creó la Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R), un listado de veinte rasgos asociados a la psicopatía y cuya presencia en el sujeto se evalúa con un 0, un 1 o un 2.

Las características incluidas en el test de Hare son el encanto superficial, la autoestima muy elevada, la necesidad de estimulación, la tendencia a la mentira patológica, el comportamiento malicioso y manipulador, la falta de remordimientos o sentimiento de culpa, el afecto superficial, la frialdad y la falta de empatía, el estilo de vida parasitario, el escaso control del comportamiento, la promiscuidad sexual, los problemas de conducta tempranos, la carencia de objetivos realistas a largo plazo, la impulsividad, la irresponsabilidad, la falta de aceptación de la responsabilidad por los propios actos, los matrimonios de corta duración, los antecedentes de delincuencia juvenil, la revocación de la libertad condicional y la versatilidad criminal.

Una persona debería obtener un resultado de entre 30 y 40 puntos en esta evaluación para ser diagnosticado como psicópata, mientras que una persona sin rasgos psicopáticos lograría entre 0 y 5. No obstante, todas las puntuaciones entre 5 y 30 formarían parte de una escala de grises que, sin servir para clasificar a la persona como psicópata, sí denotaría la existencia de rasgos de personalidad psicopática en los individuos.

Un psicópata no siente emociones

La ausencia de emociones en los psicópatas es uno de los grandes mitos. Pero, al no ser la psicopatía una cuestión binaria sino una escala en la que las personas pueden tener más o menos cantidad de rasgos psicopáticos, la capacidad de experimentar ciertos sentimientos también dependerá del grado de psicopatía del individuo.

Hare divide a los psicópatas en tres categorías: los primarios, los secundarios y los disociales. El psicópata primario se correspondería con la imagen típica que tenemos de esta figura. Sin embargo, el secundario podría mantener relaciones afectivas y sería capaz de experimentar sentimientos de culpa y arrepentimiento. Por último, los psicópatas disociales compartirían con los secundarios la capacidad de sentir culpa y arrepentimiento pero se encontrarían en ambientes marginales.

Los psicópatas son muy inteligentes

Otro de los mitos sobre los psicópatas es que poseen una inteligencia superior a la media que les permite llevar a cabo todo tipo de fechorías sin que su entorno se dé cuenta. No obstante, el científico Brian Boutwell concluyó que el intelecto de las personas con psicopatía según el test PCL-R no solo no son, en general, más inteligentes que el resto sino que, además, tienen una inteligencia inferior a la media de la población.

Todos los psicópatas son hombres

Ya sea por la ficción o por la actualidad de sucesos, los primeros referentes que nos vienen a la mente cuando pensamos en psicópatas son hombres: de Jack el Destripador al Monstruo de Amstetten, o de Hannibal Lecter a Norman Bates. Pero la psicopatía no es patrimonio exclusivo de los hombres.

Se calcula que hay una mujer psicópata por cada tres hombres que lo son. Así lo determinó una investigación del psicólogo Martin Grann, que encontró que el 11% de las mujeres convictas por delitos violentos eran psicópatas, en oposición al 31% en el caso de los hombres. Asimismo, hasta 23 estudios han demostrado que las mujeres reclusas logran puntuaciones menores en el PCL-R que los hombres, lo cual indica una menor cantidad de rasgos psicopáticos.

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