La Comunidad Valenciana está viviendo en los últimos días la peor parte de los incendios que asolan España. Dos fuegos declarados en Bejís, Castellón y Vall d'Ebo, Alicante, mantienen a miles de personas desalojadas y su extinción está resultando realmente complicada.
En Bejís, el fuego sigue descontrolado, pero el viento empieza a calmarse. El incendio ha obligado a desalojar ese y otros tres municipios por la cercanía de las llamas y también varias aldeas por culpa del humo. A esta hora, las labores de extinción sortean las dificultades que presenta la zona, de muy difícil acceso y esperan a que el viento termine de calmarse y deje de cambiar de dirección.
La previsión ha mejorado durante la noche de este martes, aunque la situación sigue siendo compleja. el viento se ha calmado y se espera que aumente la humedad, por lo que la evolución podría ser menos desfavorable en las próximas horas, pese a que preocupa especialmente la superficie calcinada, aún por estimar, pero que podría llegar a las 6.000 hectáreas. El trabajo realizado de madrugada es clave de cara a la reincorporación de los medios aéreos a primera hora del día.
Por otro lado, en Vall d'Ebo siguen luchando contra un fuego que ya ha calcinado unas 11 mil hectáreas y mantiene a cerca de 2.000 personas desalojadas, pasando una nueva noche fuera de sus casas. El perímetro es de unos 80 kilómetros, aunque el fuego evoluciona favorablemente en las últimas horas. Sin embargo, la carretera Comarcal de Valencia 712, que une el Vall d'Ebo con el municipio de Margalida está cortada.