Morante, punto y aparte

Y de pronto, cuando ni toro ni publico creían en que se obrase el milagro del toreo, Morante deslumbró con un quite a la verónica al cuarto toro. Compás, mentón hundido y vuelo en un capote que hizo soñar a la plaza de Valencia. Pero lo mejor estaba por llegar. Morante vio opciones al toro y se fue a por él tras brindar. Monumentales los ayudados por alto para prologar la obra. Cada comienzo de serie, por un palo diferente. Un afarolado, un molinete, un trincherazo... pura fantasía. Y después la borrachera de toreo. Al natural brotó una serie sublime por trazo y armonía. Morante quería y se notaba. Al toro le costaba arrancar, pero el sevillano le dejó siempre llegar al embroque para después rematar muy atrás. Una postrera tanda en redondo mantuvo el nivel de profundidad y mando. Pinchó antes de la estocada final. La oreja, despojo después de ver torear así a Morante. Esto vale mucho más.Bastote de hechuras había salido antes el primero de Victoriano. Sin cuello, siempre metiéndose por dentro y haciendo pelea de falso bravo en el caballo. Recibió un tercer puyazo extra tras el cambio de tercio y se acobardó en tablas del 3 y apretó hacia los adentros en banderillas. Se lo sacó Morante al tercio pero el animal estaba ya muy agarrado al piso. Se lo quitó de en medio el de La Puebla no sin antes atascarse con el descabello.Vareado carnes pero astifino de pitones fue el castaño que salió en segundo lugar. Se jaleó mucho el saludo a la verónica y un posterior quite por chicuelinas de El Juli. Más resolutivos que brillantes ambos. El toro nunca se entregó en el último tercio. Firme de plantas Julian, excesivamente tenso y brusco en la primera mitad de faena y que recurrió al arrimón valiente al final. Se dejó llegar mucho a la taleguilla al de Victoriano. Un pinchazo previo a un espadazo trasero enfrió a los tendidos. El cuarto fue otro medio toro que vino y fue sin decir nada. Como el toreo de El Juli. Demasiado forzado y arqueada la figura para sumar muchos pases. Pero la cantidad no tiene siempre que ir unida a la calidad. Cuestión de momentos. La estocada, trasera. La oreja, muy fallera. Toreó con temple y compas Daniel Luque a su primero, tanto en el recibo a la verónica como en un posterior quite por tijerillas. Pero después tanto el toro como el torero firmaron tablas en una faena plana y de escaso mando. Luque siempre tendió a rematar por arriba los muletazos y el toro acabó sin fuelle. Solo al final, con las luquesinas, la faena prendió en los tendidos. Mucho humo y poca pólvora. La espada viajó atravesada y el sevillano tuvo que utilizar el descabello. Pese a todo, el amable público valenciano pidió y consiguió que el palco concediese la oreja.Se repitió la historia con el sexto, un animal con movilidad al que lanceó con soltura y relajo Luque. Pero después el sevillano se enmarañó en una faena espesa, siempre vaciando los muletazos por arriba y amontonada por momentos. Volvió a recurrir a las luquesinas, pero esta vez el nivel de entusiasmo en los tendidos no fue el mismo. Un metisaca previo a una estocada contraria dejó sin premio a Daniel Luque. FICHA DEL FESTEJO Valencia, sábado 14 de marzo de 2015. 2ª de Feria. Lleno. Toros de Victoriano del Río, correctos de presentación pero de pobre juego. Corrida falta de raza, de más movilidad aparente que entrega. Morante de la Puebla, pitos y oreja tras aviso. El Juli, saludos y oreja. Daniel Luque, oreja y silencio.